Opinión

Autovías con doble interés

Con los mensajes de que la crisis asoma al final del túnel, resucitan las históricas reivindicaciones de infraestructuras en la provincia. En la agenda política y vecinal figuran subrayadas en rojo la A-56 y la A-76, para que se entienda, las autovías Ourense-Lugo y Ponferrada-Ourense. La primera de ellas quedó completamente congelada con los ajustes realizados al comienzo de la recesión. La segunda, reclamada insistentemente por empresarios y políticos de León, ha remoloneado por los despachos con escasos avances. Ambas tienen en común, además, la contradicción de moverse entre los lamentos por su paralización y las quejas por quienes se sienten perjudicados por su trazado. Complejo, por no decir imposible, conciliar los intereses de todas las partes. Lo que sí está claro es que esta provincia precisa un impulso para salir de esta crisis a toda velocidad.

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