Opinión

Dos datos estadísticos

Hace tiempo que miro las estadísticas con recelo. Porque casi nunca van de frente. Tienes que leerlas entre líneas. Interpretar lo que no te quieren enseñar. Y ocurre que al final te alejas de ellas como quien se aleja de ese mentiroso compulsivo del que nunca sabes si este vez dice la verdad. No me gustan, además, porque cuando hablan de Ourense tengo que empezar a buscarlo en el lugar donde no me gustaría (ya lo he explicado una vez: si son buenas a los ourensanos nos colocan en la cola; sin son malas, solemos estar en la cabeza). Tampoco me gustan porque la presbicia hace que la interpretetación de esos apelotonamientos numéricos, ya sean absolutos o relativos, sea especialmente cansina. Hoy sin embargo, me han vuelto a enganchar las estadísticas: Una que dice que paro ha vuelto a bajar; y otra que dice que el uso del móvil ha bajado en los niños ourensanos. Esta vez me las voy a comprar. Porque es verano y apetece.

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