Es un avance. Un gran avance. Después de doce años, el Gobierno central retoma el proyecto de rehabilitación del edificio del Museo Arqueolóxico. Amortizado este tiempo perdido en que el edificio, que no la actividad de los trabajadores del Museo, ha estado cerrado a cal y canto, comienzan de nuevo a contar los plazos: 39 meses para ejecutar las obras una vez adjudicadas, algo que se producirá aproximadamente a finales de año. Habrá por tanto que esperar al menos otros cuatro años más. Pero la espera ha de ser activa, en permanente vigilancia. La experiencia, en el propio museo y de todos los demás grandes proyectos que se acometen en esta provincia, empujan a la desconfianza. En cuanto te vuelves, alguien manda parar. No bajemos la guardia. Empezamos a contar.
