Opinión

En el fondo del túnel

Son cifras sedantes. Una tila para el Gobierno y un placebo para los ciudadanos enfermos de pesimismo. Los datos del paro son, sin duda, buena noticia cuando bajan, aunque no cambian el escenario a corto plazo. El director de Cáritas, el sacerdote Angel Feijóo, reflexionaba precisamente ayer sobre esos indicadores económicos que quienes administran la cosa pública utilizan para anunciarnos brotes verdes. Decía que los que viven en el fondo del túnel no ven todavía luz alguna. Que allí, en el fondo, siguen aumentando las familias que necesitan un comedor social para llevarse algo al estómago todos los días; que cada vez son más allí los parados de larga duración, baja cualificación y escasas posibilidades de lograr empleo. No hace falta llegar tan al fondo. Tampoco en la mitad del túnel se atisba un resplandor de cambio. Pero, lo dicho, mejor que las cifras digan que el paro ha bajado, que lo contrario.

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