Lo admito. Me cuesta permanecer todos los días en la militancia del optimismo. Pero hoy repito el reto de alejarme de las lecturas negativas y volcarme en esos brotes verdes que, si bien no se ven, se adivinan en un futuro pongamos que cercano. Así pues, no voy a hablar de que en esta provincia murieron 4.538 personas y nacieron tan sólo 1.862 en el año 2013. Ese rollo, cambiando ligeramente las cifras, ya nos los sabemos. Prefiero hablar de que el sector de la pizarra ha aumentado las exportaciones y recuperado niveles semejantes a los de 2011; de que O Ribeiro, la denominación de origen más antigua de las cuatro que tiene esta provincia, presenta hoy un ambiciosos plan de expansión de su marca; de que en el parque tecnológico hay un joven que se ha aventurado a comercializar semillas de setas; de que si algún día salimos de esta será gracias a personas que se empeñan en alcanzar pequeñas y grandes metas a pesar de todos los obstáculos.
