Opinión

En la misma piedra

Nada que hacer... o muy poco, a juzgar por lo visto. Aquí, al parecer, somos más partidarios de lo de tropezar dos veces en la misma piedra que de lo de aprender de nuestros errores. Si en Semana Santa dejamos a la mayoría de los muchos visitantes que llegaron a la ciudad al albur de sus averiguaciones y de la amabilidad de los vecinos, pues en el puente del 1 de mayo, más de lo mismo. Turista que no llegue en día laborable y en horario de oficina (de la Oficina de Turismo municipal, se entiende), que se busque la vida. Mientras la ciudad despunta después de años de arduo trabajo para ponerla en el mapa del interés turístico, como demuestran las últimas cifras de ocupación hotelera, hay quien se empeña en aplicar a rajatabla las ordenanzas, leyes y decretos sin percatarse de que salen perdiendo aquellos a quienes tendrían que dar servicio.

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