Opinión

MUERE HASTA EL APUNTADOR

El PSOE ourensano vino a decir ayer que lo suyo no tiene remedio. Que la suerte está echada y el final de esta historia concluye ineluctablemente en el apocalipsis. Lo que comenzó siendo una reyerta más de las que coronan la historia contemporánea de las familias socialistas ourensanas se les ha ido definitivamente de las manos. Ya nada importa salvo que queda claro quién tiene más músculo para mangonear el partido a sus anchas. Los cinco concejales amotinados y la agrupación provincial han decidido que no se rinden, que el espectáculo debe continuar hasta que no quede un enemigo vivo. Preguntadas las partes en conflicto, nadie se atreve a anticipar el episodio final. Entre ellos hay quien asegura que todavía quedan por visualizar los episodios más escabrosos. Da igual. El final está claro. Muere hasta el apuntador. Eso venía a decir ayer el PSOE ourensano

Te puede interesar