Opinión

LA OSCURIDAD DE LA LUZ

No conozco nada más oscuro que el precio de la luz, quitando claro la actividad política, que ya solo sale de las tinieblas cuando va camino del juzgado. Pero esa es otra historia. El caso es que cada mes (¿o era cada dos meses?) llega a casa un atraco en forma de recibo del que, por muy estudiado que sea el destinatario, lo único que conseguirá descifrar es un sablazo creciente en la cuenta corriente. Y no acuda usted más arriba en busca de respuestas, porque le vendrán con eso de que si consideramos el déficit de tarifa y el resultado de la última subasta eléctrica, le están cobrando a precio de amigo. De modo que no hay que extrañarse si, como dicen, nos han subido a traición el 18% del término fijo del recibo y nos han bajado el 6,9% el variable, o algo así. El PSOE dice que eso es una subida encubierta. Yo, sinceramente, no sabría qué decirle. Si no lo ha entendido ahora, revise con lupa el próximo recibo; verá como tampoco.

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