Opinión

Psicosis en la consistorial

Antes de hacer cosas que puedan salir mal... mejor no hacer ninguna. Es el lema que, a juzgar por lo visto, circula en los pasillos, despachos y oficinas del Concello de Ourense. La psicosis judicializadora y fiscalizadora de la actividad política se ha extendido como una mancha de aceite sobre las hasta ahora calmadas aguas de los técnicos y funcionarios municipales. Nadie está dispuesto a meter mano a los problemas vecinales si antes no se le proporcionan unos guantes que le eviten manchas y cortes. Y todo a consecuencia de una presunta política de supuesta defensa de los derechos de los vecinos, que trae consecuencias tan nefastas como éstas. Dentro de unos meses, las urnas darán y quitarán razones. Hasta entonces, hay quien está dispuesto a situar a Ourense en el Guinnes de los records como el Concello con más visitas al juzgado.

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