Esta tarde -si la autoridad lo permite y el tiempo no lo impide, que dicen los taurinos-, tres puestos de mucho tronío quedarán o pueden quedar en el alero casi simultánemente. Uno, el de rey de este país, que, por deseado, no va a durar más que unas horas vacante, y sin pasar por la oficina del servicio público de empleo. Otro que corre un serio riesgo, si Chile derrota a los previamente apaleados chicos de Del Bosque, es el de seleccionador nacional de fútbol, aunque tampoco pasará por la tal oficina, donde no duraría ni lo que un caramelo a la puerta de un colegio. Y el tercero, y más cercano a nosotros, es el de presidente del CD Ourense. y éste sí que tiene pinta de tener más chungo el relevo, aun sin pasar tampoco por el Inem. Si nadie lo remedia, la asamblea de hoy (o mañana como mucho) dejará vacante tan bonito trono, aunque el motivo sea una deuda con muchos, muchos, muchos menos ceros que la que deja en su país
