Opinión

Todo igual en el bosque

Todo listo para hacer frente a los incendios. Un despliegue multimillonario de medios humanos y técnicos permanece activado para poner puertas al monte y al fuego. Primer día. Primer éxito. Ni un conato. No hay nada más eficaz que una lluvia intermitente para proteger los bosques de nosotros mismos. Eso es todo lo que hemos avanzado después de tantos años de pérdidas materiales, de tragedias humanos, de pladigas a tutiplén y de inversiones económicas a esgalla. El cielo manda. Seguimos sin un gran pacto político contra el fuego. Sin una estrategia socieconómica para convertir el bosque en una gran industria natural. Sin planes de prevención que hagan innecesarios (o casi) los de extinción. Sin esa gran revolución social que nos haga percibir con claridad que quemar el monte es quemar nuestra casa.

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