Probablemente tengamos que pensar más y dibujar menos, reflexionar más y comunicar menos; a veces no es fácil de entender; pero, caramba, pretender una nueva terminal de autobuses en la ciudad integrada en la estación intermodal, sin saber cómo será ésta, es algo que no deja de sorprender. Ya lo dijimos desde el Colegio de Arquitectos hace más de dos meses, sin que desde entonces se hayan producido más cambios que la adjudicación del proyecto para la estación de autobuses, planteada desde la Xunta y el anuncio de una inversión en el entorno de los 10 millones de euros cuando el anteproyecto contemplaba cuatro millones. No es cuestión de aumentar la inversión para dejarnos satisfechos, es cuestión de emplear ese dinero con racionalidad, evitando proyectos sobredimensionados, ineficientes e infrautilizados; pero para ello es fundamental y prioritario un proyecto global.
La terminal de autobuses que se pretende se adosa sin complejo a la actual de tren, utilizando como glorieta de acceso el centro de salud de A Ponte, en torno al que girarán unos 300 autobuses que diariamente conectarán esa terminal con la ya congestionada calle Eulogio Gómez Franqueira; y sin plantear nuevos accesos y salidas pese a la importantísima superficie de vía férrea que se eliminará.
Pero,a demás, intermodal que se proponga además de ser funcional y racional, debe resolver la histórica fractura entre A Ponte y O Vinteún. Por eso, no le hagamos nuevas heridas a la ciudad, cerremos alguna de las que tiene. Y hagámoslo desde la reflexión y el conocimiento, para hacer ciudad.
Alberto de Paula es presidente del Colegio de Arquitectos de Ourense
