Opinión

VERGONZOSO

Lo reconozco, nunca había ido. Había visto fotos y escuchado experiencias de quienes ya disfrutaran de unas instalaciones que pasan o deberían pasar por ser uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Todos coincidían en las excelencias del recinto, la mayoría destacaban la nefasta señalización para acceder en coche y algunos comentaron lo extraño del aparcamiento más próximo. Corroboro todo lo que había oído.


Acudí a Outariz por las ganas que tenía de conocer esas termas y, además, para quedar bien con unos amigos de paso por la ciudad. Las instalaciones, impecables; el precio, casi ridículo; el personal, intachable; el acceso, vergonzoso.

Si una tarde de verano se antoja extraño dejar el coche a más de medio kilómetro del recinto ,en invierno supongo que será incluso inseguro. La señalización es insuficiente en una de las orillas del río y nula en la otra.

Acudí por Quintela. ¡Madre mía! Imposible no saltarse el desvío si no se está en preaviso. Complicado no hacerlo incluso sabiéndolo. Y eso es lo de menos.


Después espera un camino sin asfaltar y repleto de baches. 'No puede ser por aquí'. Pues era, no hay otra forma de llegar en coche. El aparcamiento es una explanada sin acondicionamiento alguno y con la ubicación perfecta para que los robos se sucedan. Perfecto para acabar con las ganas de repetir la experiencia. La recta final del trayecto es una buena caminada hasta llegar a la puerta de las Termas.


¿Cómo puede una persona mayor disfrutar de estas instalaciones sin ayuda o acompañantes? ¿Y un minusválido?

'Es imposible, ¿cómo podéis tener esto así?' No supe dar respuesta pero insisto, me dio vergüenza. Un oferta turística de la que presumir con una acceso tercermundista del que abochornarse. No lo entiendo, casi ni me lo creo.

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