Como cada año, desde el 2005, ayer domingo se conmemoraba el Día Mundial en Recuerdo y Memoria de todas esas personas que por causa de un mal llamado accidente de tráfico dejaron su vida en la carretera o en una calle o avenida de una ciudad. Una conmemoración establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y al mismo tiempo una reflexión para autoridades y la sociedad en su conjunto de algo que la mayoría de las veces se puede evitar.
Son los familiares de las diferentes asociaciones de víctimas los que tienen el legado de seguir esta lucha inmersos en su tristeza, pero sacando esfuerzo, para que otras personas se conciencien de que morir en una carretera o en una avenida de una ciudad es la muerte más inútil e innecesaria, porque en la mayoría de los casos el factor humano es el responsable de tanto drama en el que detrás hay historias humanas y un cambio de la vida de las personas.
Siempre digo lo mismo, la seguridad vial no es solo cosa de la administraciones, es una labor de todos, autoridades, administraciones y sociedad. Esta última muy necesaria en su educación y concienciación de un problema que deja anualmente la cifra de más de mil fallecidos, sin contar heridos.
Para finalizar, ayer, en la Carrera Popular del San Martiño, los corredores de la prueba absoluta llevaron impreso en sus dorsales un lazo para ayudar a hacer una reflexión sobre esta problemática que nos incumbe a todos y de la que somos parte de su solución.
