Opinión

2022, ¿qué escenario político nos espera?

Pues complejo y con una indefinición aún sin determinar, me explico: El PSOE cotiza a la baja aunque la UE nos rescate y riegue con miles de millones de euros. La opacidad del Ejecutivo sobre los fondos europeos y sus contrapartidas. Su previsiblemente dudosa gestión eficaz y eficiente, y un posible reparto en aras de contentar a sus socios separatistas, pues aventuran un nuevo Plan E, a imagen y semejanza del innombrable y de pésimo recuerdo de ZP. El problema del PSOE no son sus siglas, sino el personaje que las representa actualmente. Un presidente egocéntrico, vanidoso, narcisista y del que casi nadie se fía porque su credibilidad, a esta altura de la película, es cero. A su alrededor, una cohorte de ministros y ministras que le obedecen -aunque no compartan sus decisiones o directrices-, simplemente porque lo de ser ministro con todos los privilegios que conlleva el cargo es muy goloso y difícilmente renunciable, y si no que se lo pregunten a Garzón, como máximo exponente de ello.

Y aquí empiezan las dudas. La primera de ellas es cuantificar qué porcentaje de voto socialista se le va a ir al proyecto embrionario de Yolanda Díaz, la comunista de Ferrol reconvertida a política transversal glamurosa que flirtea con los grandes poderes económicos y que ya nadie sabe de qué va. Bueno, supongo que Monedero y Pablo algo sabrán de esta jugada política -si no se les va de las manos antes-, solo así se entiende el silencio y sumisión de las ministras podemitas. El caso es que, según parece, al presunto votante progresista de menos de 35 años, Yolanda les hace tilín, y eso a un Sánchez desacreditado y desprestigiado en su faceta como gobernante le puede afectar electoralmente y mucho, al generar su vicepresidenta una expectativa que él ya no es capaz de crear, ni siquiera con todos sus medios de comunicación afines arremetiendo contra Ayuso y Madrid a todas horas y todos los días. De Unidas Podemos poco que decir, su fin político como formación está a la vuelta de la esquina, y depende en un 100% de lo que haga y decida Yolanda Díaz, lo demás es irrelevante.

El PP -que debería arrasar en todos los sondeos habidos y por haber, únicamente por la desastrosa gestión de Sánchez- sigue sin encontrase cómodo y en todas las encuestas pierde fuelle, y mucho -justo el que le había conseguido Ayuso en Madrid-, y tengo muchas dudas de que, cuando llegue el gran momento electoral, la figura de Casado consiga un buen resultado que le permita gobernar. Es más, me aventuro a decir que esa situación no se dará, y será el punto final de su Teodoro y de él mismo, políticamente hablando. Y ahí es donde la gran esperanza liberal, en formato mujer, joven, valiente, lista y con empatía comunicativa, comenzará su andadura y la de la reconquista del Gobierno para sus siglas.

De Ciudadanos, solo decir que significará el punto y final de lo que pudo ser y cómo ha acabado de la mano de una Inés Arrimadas desdibujada y descompuesta políticamente; en fin, RIP político definitivo.

Y por último, una de las grandes claves políticas que han aguantado el tirón contra viento y marea, y con multitud de ataques por cielo, mar y tierra . Me estoy refiriendo lógicamente a Vox. Todas las encuestas y sondeos los mantienen firmes en la cincuentena de escaños y con todas sus posibilidades intactas. Esa es la gran incógnita, la de un porcentaje de sus votantes que no lo manifiestan en las encuestas y que escapan de los graves errores de Casado que no consigue, ni queriendo, movilizar a sus votantes que se le van en masa a Vox. Ayuso... no tardes mucho en liderar tu partido, sino no encuentras ni las siglas...

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