Opinión

La ciudad con más locales vacíos de Galicia

Con 1. 300 locales comerciales vacíos en la ciudad, Ourense es de las siete grandes de Galicia la que más bajos vacíos tiene, lo cual dice todo de nuestra pujante economía local, es lo que hay. La realidad es que también aumentan considerablemente los bajos comerciales vacíos en los municipios medianos y más pequeños en el conjunto de la provincia. La desaparición de las entidades bancarias en muchos concellos de menos de 3.000 habitantes le ha dado la puntilla a la Galicia vaciada al disminuir notablemente la demanda de locales en estos municipios. Y todo ello con un aumento de un 35% de traspasos en los sectores hostelería/restauración en los últimos 15 meses. Aumentando también considerablemente los conflictos en los pagos del alquiler entre arrendador y arrendatario.

Actualmente la oferta existente en el canal de comercialización, en el conjunto de las cuatro provincias, es más que suficiente para atender la demanda. Pero se aprecia una atomización de la demanda en las áreas de influencia de las 7 principales ciudades, siendo mucho más reducida o marginal en el resto de ayuntamientos gallegos.

Conclusión: una Galicia de dos velocidades una vez más. Áreas que avanzan y aglutinan el 80% de la oferta y demanda y que prácticamente se desarrollan en 40 ayuntamientos de los 313 de la Comunidad. Con lo cual, la demanda en más de 270 ayuntamientos es reducida y se deriva en la práctica al núcleo más céntrico de los municipios más poblados y que únicamente representan el 20% de la demanda actual. Lo cual es una anacronía a tener muy en cuenta y que evidencia el despoblamiento y envejecimiento de los municipios de menos de 5.000 habitantes y su falta de poder de atracción de nuevas actividades económicas y de fijación de población.

También es más que significativo que aquellas calles más céntricas de las principales ciudades estén prácticamente tomadas por las grandes marcas y franquicias, con lo que el comercio local de toda la vida queda desplazado a las calles semicéntricas o periferia, al ser inasumibles los precios de arrendamientos de los locales. La propiedad de un local comercial representa unos gastos medios anuales de 3.000 euros, al tener que hacer frente a gastos como comunidad, IBI, agua o luz. Me permito aconsejar a los propietarios que es mejor tener un arrendamiento acorde al precio de mercado, que tener un local vacío que solo origina gastos y deterioro.

Por último, al igual que en el mercado de la vivienda constato un alto porcentaje de municipios gallegos que están quedando anclados en áreas cada vez más deshabitadas y carentes de ningún atractivo a la hora de invertir por nuevos emprendedores y donde el relevo generacional es pírrico, al finalizar la actividad económica en curso con la jubilación de sus propietarios o cierre. Quedando así cada vez más bajos vacíos que no se vuelven a alquilar y que son cada vez más en nuestros municipios del rural, lo que se ve agravado por el cierre masivo de oficinas bancarias que eran, en muchos casos, sostenes de actividades económicas. Además, la actual situación económica, sumada a un auge sin precedentes del circuito de comercialización online, agrava los cierres, con especial incidencia en los municipios de interior y más pequeños, con lo que el aumento de oferta de locales y bajos comerciales seguirá en el conjunto de este año en Ourense, y en el conjunto de Galicia.

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