Las fiestas y verbenas pagadas con los impuestos de todos están próximas a su fin. El partido unipersonal, con su “troupe de asesores” de lo público, pierde, nada más y nada menos, que un brutal 50% de sus votos en la ciudad donde creía reinar. Y pasa de primera fuerza política en las municipales del 2023 a tercera fuerza en tan solo nueve meses. Y es que los ourensanos ya tienen muy calado al personaje y han dicho ¡hasta aquí! ¿Que ese partido unipersonal ha sacado un diputado? Anecdótico e irrelevante, sin más. Uno que se va ir Santiago a vivir de un buen sueldo público pagado por todos -y que nunca sería capaz de generar en el sector privado- y cuya aportación a Ourense va a ser de cero patatero. Ese únicamente va ser su retorno a Ourense, absolutamente ninguno.
Ourense está sin presupuestos municipales aprobados. Sin Plan General de Ordenación Urbana para dinamizar nuestra economía local y nuestra viabilidad como ciudad y sin seguridad jurídica urbanística. Todas, absolutamente todas las concesiones municipales en precario. Con reclamaciones judiciales de millones de euros que vamos tener que pagar, todos, con los dineros de nuestros impuestos, en vez de destinarlos a inversiones que generasen empleos estables y de calidad. No existe en absoluto una política de vivienda para nuestros jóvenes o familias vulnerables. Y los dineros públicos para seguir de fiestas y verbenas se acaban en pocos meses. ¿Y ahora qué? Se acabó el carnaval y a algunos se les cae la careta al suelo dejando en evidencia lo que ya muchos sabíamos: no hay nada de nada detrás de ese disfraz . Ni capacidad de gestión ni eficiencia ni capacidad resolutiva ni absolutamente nada, sólo vacío y un desmesurado interés personal.
Pero también se les ha caído la careta a otros, y otras, en el conjunto de Galicia. Un Sumar de Yolanda Díaz cuya debacle electoral me suena a que su plataforma política ya hace aguas por todos lados. A la glamurosa vicepresidenta de España también la tienen ya muy calada los gallegos... y toda España en general.
Y sí, tranquilidad. Tranquilidad ante el sentido común y coherencia de los ourensanos y de los gallegos. Tranquilidad para construir la Galicia del futuro de las manos de una persona sensata y rigurosa, Alfonso Rueda. Tuve la oportunidad de trasladarle en más de una ocasión que mi provincia, Ourense, necesita un plus en casi todo. Que necesita un empujón. Y estoy totalmente seguro de que así será. Lo manifesté y escribí antes en estas mismas columnas de opinión, y lo digo y escribo ahora nuevamente, confío en Alfonso Rueda. Un presidente que trabajará para todos lo gallegos, sean del pensamiento político que sean. Las personas están por encima de todo lo demás.
Y por supuesto reconocer el enorme trabajo de un Partido Popular que ha obtenido un excepcional resultado electoral, fruto de ser la formación política con la que más se identifica Galicia en todos los parámetros.
Y sí, Pedro Sánchez debería tomar buena nota del hundimiento de su PSOE con el peor resultado electoral en Galicia que se recuerde. Fruto de mantenerse en el poder a costa de lo que sea, aplicando en su totalidad el contenido de la frase “el fin justifica los medios”. Y su único fin es conservar el poder como sea, aunque hunda su partido político en la más espesa de las ciénagas, aunque rompa la igualdad entre Comunidades Autónomas, aunque confronte y divida a España y los españoles, aunque pisotee la separación de poderes. Qué les voy decir de esta persona que se mantiene egocéntricamente en el poder y que ustedes a estas alturas no sepan ya.
