Esta frase lapidaria la ha pronunciado Pablo Iglesias el pasado jueves en el Congreso tras la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos Generales. Y puede que no le falte razón. Me explico. A día de hoy, del PSOE solo queda el nombre, el resto lo componen estómagos agradecidos tipo Simancas, vividores varios a imagen y semejanza de Oscar Puente, alcalde de Valladolid, con sus fastuosas vacaciones en yates de lujo en Ibiza, e individuos que, presuntamente, están constantemente embarrados en temas turbios, por ser suave, como el ministro Ábalos. Y ya no hablemos del egocentrismo de Pedro Sánchez, o del poder absolutista acumulado por su particular rasputín de Moncloa. Que un partido como el PSOE se rodee y apoye en personajes como Otegi y Rufián, pues demuestra que ya ha tocado fondo en todos los parámetros. Y que su militancia y votantes se lo consientan, tal como dicen, pues ya lo comprobaremos en las próximas elecciones generales. ¿Y que partidos de la oposición, pueden combatir este libertinaje anárquico que nos esta derivando al peor de los escenarios económicos y sociales? Pues tenemos un Ciudadanos que seguramente después de las elecciones catalanas se fracture definitivamente. Y un Partido Popular que sigue sin cuajar entre el electorado con su actual dirección, se diga o no, y ahí están sondeos electorales variopintos en los que en ninguno son capaces de despuntar. Resumiendo, ni hay líderes sólidos, ni se les espera, ese es el problema. Por esto mismo quiero destacar a una mujer, que contra viento y marea les está demostrando a todos y todas lo que es gestionar sin estridencias, y solucionar lo que los demás intentan boicotear por cielo, tierra y mar. Me estoy refiriendo, lógicamente, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Un valor al alza y una esperanza de liderazgo para un partido muy necesitado de una regeneración creíble. Baste ver las brutales y desproporcionadas embestidas -del PSOE, Unidas Podemos, sus socios independentistas, conjuntamente con sus grupos fácticos afines de comunicación- contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, para comprobar el enorme temor que le tienen. ¿Y eso qué demuestra? Pues que avanza con paso firme y resolutivo.
Y en este momento, y con todo el ruido mediático informativo multicolor, me pregunto:¿existe realmente el Ministerio de la Verdad? La respuesta es, no. No existe como tal. Pero sí se ha creado un nuevo organismo bautizado con el nombre de "comisión permanente contra la desinformación" . Y ¿quiénes forman parte de esta comisión? Pues nos vamos al BOE del 5 de noviembre y vemos como existen una relación de organismos gubernamentales que serían los encargados de "velar" por la seguridad de los españoles en relación con la desinformación. Dichos organismos son el Consejo de Seguridad Nacional, el Comité de Situación, la Secretaría de Estado de Comunicación y la Comisión Permanente contra la Desinformación, todo ello con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia y del Ministerio de Interior. Y todos ellos, a la vez, dirigidos por el jefe de gabinete del presidente del Gobierno y el secretario de estado de Comunicación.
Y ¿qué pretende el gobierno bipartito social comunista con todo esto? Pues tan simple como recoger las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, González Laya, para que nos quede a todos nítido lo que pretenden, y son éstas: "Se trata de limitar que se puedan vehicular falsedades a través de los medios de comunicación que hoy son los periódicos, las radios, las televisiones y las plataformas digitales que falsean el debate público, que manipulan a nuestra población y que pueden crear un gran quebranto a nuestra democracia. De eso se trata".
En fin, si nuestra España ya no esta inmersa en una presunta dictadura bananera, pues que se le parece mucho.
