Un abrir de ventanas y puertas en nuestro Concello que permita pasar e instalarse un aire fresco y renovador que limpie y vacíe todos los elementos tóxicos y perjudiciales que allí puedan habitar, para que los ourensanos y ourensanas podamos respirar en paz y tranquilidad.
Un aire fresco y una mente abierta es lo que necesitamos para instalar definitivamente un marco de diálogo, consenso y acuerdos que deriven en soluciones positivas a los problemas de los ciudadanos, erradicando la judicialización de la vida política que solo resta credibilidad a las instituciones, y siendo conscientes de que en temas puntuales han sido justificables, aunque no deseables .
Ourense necesita un nuevo proyecto común gestionado por un gobierno sólido, fuerte, compacto, identificado con el día a día de nuestra ciudad y empapado de su realidad, para que pueda dar respuesta en tiempo y forma a los retos actuales y futuros con planificaciones y actuaciones que reviertan en los ciudadanos de una forma eficiente y eficaz, convirtiéndose así en la mejor herramienta posible para recuperar nuevamente la ilusión y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y en las personas que los representan y gestionan sus recursos públicos .
Pero hay que decir que el reto no es baladí. Tenemos un plan general con más de seis mil alegaciones presentadas y con modificaciones de calado que realizar. Lo que deriva que en la mejor de las situaciones, un nuevo PXOM no podrá ver la luz en un plazo mínimo de dos años.
Debemos recordar que a esta situación se llega porque no han sido capaces de redactar un PXOM de todos y para todos, ya que ni siquiera se han molestado en escuchar a los agentes económicos, vecinales y sociales de nuestro ayuntamiento a sabiendas de que era más que necesario en la búsqueda de ese consenso imprescindible que nos permitiese tener un PXOM aprobado en tiempo y forma, con normativas concretas, claras, agrupadas y legibles que permitiesen a nuestra ciudad tener un presente y sobre todo un futuro asentado sobre una imprescindible seguridad jurídica. Sin PXOM ni hay, ni va haber, inversiones en termalismo, ni en suelo industrial, ni ese ansiado desarrollo, crecimiento y transformación de nuestro perímetro rural. Aunque esta parte ya pertenece al pasado y este no lo podemos variar ni modificar, pero sí se puede y debe aprender de los errores que han cometido, para encauzar una situación imprescindible para poder acompañar un inicio de recuperación y de generación de empleo constatable.
Sobre todo teniendo en cuenta los últimos datos que ponen en relieve que el paro bajó en nuestra provincia un 0,3%, y en la variación interanual, los parados disminuyen un 10%. Datos positivos que se ven reforzados con los datos de nuevas altas, hasta los 100.472 cotizantes, siendo Ourense la única de las provincias gallegas en la que creció la afiliación en 269 personas (0,27%). Un buen dato que debe tener continuidad. No obstante, aun hay 25.317 desempleados en nuestra provincia que requieren todo nuestro esfuerzo y lucidez para poder involucionar su situación. Por todo ello Ourense necesita más que nunca aire fresco, renovador y regenerador.
