Opinión

Los negocios de “toda la vida” ya no aguantan el tirón

Ni los de toda la vida, ni el resto, para ser claro de inicio. Son cada vez más las pequeñas y medianas actividades económicas que no aguantan el tirón. Si en un principio, donde más locales y bajos vacíos había era en las grandes ciudades de Galicia, ahora se constata que esta ola se está derivando tanto a municipios medianos como pequeños. Y es que ya no aguantan el tirón de una presión fiscal asfixiante, de unos costes laborales -cotizaciones incluidas- difícilmente asumibles para un autónomo o microempresa; unos costes de servicios y productos que merman los beneficios hasta el infinito; un relevo generacional, testimonial. Y lo más preocupante, una falta de personas que quieran trabajar en diferentes sectores, difícilmente comprensible con 129.504 desempleados en Galicia. 

Y lo que más me intranquiliza... unas Administraciones con una burocracia elefantiásica, las cuales son otro palo más en la rueda de autónomos y microempresas. ¿Para cuándo normativas claras, concretas, agrupadas, legibles y una simplificación administrativa real? Pero, eso sí... España ya se gasta en nóminas en el conjunto de las Administraciones Públicas -incluidos los sueldos de los políticos, los altos cargos y asesores- 161.000 millones de euros, de ahí la descomunal presión fiscal, que es uno de los principales motivos de tantos cierres. 

Mientras, la pensión contributiva de jubilación de un afiliado al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) se situó en 918,18 euros de media a cierre del 2023. Lo que significa más de un 40% por debajo de la de los asalariados afilados al Régimen General, y ese es otro de los motivos. Todo ello, con una deuda acumulada -y en máximos históricos- de la Seguridad social de 116.172 millones de euros. Bueno, mejor no sigo para no amargarles el día, aunque esto es lo que realmente hay con esta tropa. 

Pero también debo decir que la restructuración del sector financiero en la última década ha provocado que cientos de locales en los últimos años hayan quedado vacíos en los centros y semicentros de las ciudades y municipios más poblados. Además, la actual situación económica y el alza de costes energéticos, sumado a un auge sin precedentes del circuito de comercialización “online”, agrava los cierres en el sector minorista. Con lo que el aumento de oferta de locales y bajos comerciales seguirá en el conjunto de este primer semestre de este año, abaratando así los precios actuales, ya que incluso las grandes marcas y franquicias reducirán -ya lo están haciendo- espacios físicos en calles y centros comerciales, al aumentar y reforzar sus canales de venta “online”.

Los propietarios deben comprender que ese perfil de cliente ya no volverá, y esta es una de las principales razones por la que si no se abarata el precio de los locales vacíos existentes, ante una oferta abundante como la actual, aumentan las posibilidades de que ese local o bajo quede vacío permanentemente. Y el cambio en la normativa de habitabilidad de Galicia con el objetivo de facilitar y permitir que bajos comerciales abandonados, o sin actividad, en entornos urbanos puedan renunciar a su uso original para reconvertirse en viviendas es una buena alternativa. 

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