Opinión

Señoras y señores concejales... ¡váyanse!

Yo veto, tu vetas, él veta. Esta es la única conjugación, y las únicas palabras, hechos y gestos, de nuestros competentes, útiles, eficientes y eficaces 27 concejales del resolutivo Concello de Ourense, la tercera ciudad de Galicia (de momento). Vaya tropa de desacreditados "servidores públicos", los cuales ya han sobrepasado todos los límites. Miren... los que han creado y engordado el gravísimo problema que nos afecta de manera directísima a más de 106.000 ourensanos y ourensanas en los últimos tiempos jamás serán la solución de nada, absolutamente de nada, porque ustedes son el verdadero y único problema para todos nosotros, ¿les queda claro? Dedicaos a trabajar en vuestra vida privada y quitar vuestras manos de un ayuntamiento y de una ciudadanía que está harta de vosotros y vosotras, porque ya no representáis a nadie más que a vuestros propios intereses y egocentrismos. 

¿Mi recomendación? Delegar vuestras actas en personas de vuestras mismas formaciones políticas que regeneren en su totalidad la vida municipal ourensana, y que por lo menos intenten oxigenar con aire fresco el irrespirable, insufrible e injustificable ambiente actual.

Habéis contribuido sobremanera a denigrar la imagen de esta ciudad, dentro y fuera de ella, a límites jamás vistos y, por supuesto, a mancillar la vuestra propia, aunque ese es ya vuestro unipersonal problema. Somos la vergüenza y el hazmerreír nacional por obra vuestra, os lo habéis trabajado a conciencia en los últimos años. Habéis contribuido como nadie a hundir nuestro presente y futuro a corto plazo como ciudad, con una nula, pésima y nociva gestión de nuestros recursos. ¡Ya esta bien!

Cuando llegue la recuperación, dentro de un par años -como mínimo-, esta ya no será, evidentemente, en forma de V,ni tampoco de W. Sera en forma de K, y esto ¿qué quiere decir? Pues que habrá áreas y ciudades que despuntarán, otras que se quedarán como están y algunas que decrecerán, perdiendo actividad económica, servicios, población y su viabilidad económica y social en un elevado porcentaje. 

Y ¿en qué tesitura nos encontramos nosotros? Pues miren ustedes... en mi opinión, las áreas de A Coruña, Vigo, Santiago y la mariña lucense crecerán. Pontevedra y Lugo se mantendrán ahí, aguantando el tipo. Mientras, Ourense y Ferrol seguirán decreciendo y envejeciendo hasta que el último paisano apague la luz. Baste mirar hacia la infinidad de núcleos de población en la provincia de Ourense vacíos, o semivacíos con menos de 10 habitantes, para vislumbrar lo que nos espera, sin más.

Pues bien, mientras esto acontece, 27 personas que dicen representarnos en el Concello de nuestra ciudad aceleran este proceso de degradación económica y social, de una manera difícil de digerir para quienes aún creemos en nuestro Ourense.

Váyanse de una vez, dejen paso a otras personas, y dejen de dañar más a nuestra ciudad, y a los que aquí vivimos y queremos seguir viviendo. No es nada personal, en absoluto, es que esta dantesca, dañina e indignante situación ya no se puede prolongar por más tiempo, y menos con frivolidades y egoístas personalismos, impropios de personas maduras. Piensen en el interés general, piensen en el futuro de esta ciudad, piensen en las próximas generaciones, piensen en el Ourense con mayúsculas y piensen en el gravísimo e irresponsable perjuicio que le están ocasionando a nuestra ciudad, en el actual contexto, que es letal e infinito. Piensen, reflexionen, váyanse y déjennos en paz.

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