Opinión

El silencio de Pedro Sánchez lo dice todo

Yel macarrismo político de algunas de sus “señorías” también. Amnistías, referéndums, radicalismo, estridencias verbales, amenazas físicas... y camorrismo político como colofón final del esperpento. Y no, claro que no me sorprendo ya de nada con esta tropa de vividores de lo público. 

Y la gran pregunta sería ¿y ahora qué? 

Bueno... pues aunque sea una posibilidad porcentualmente pequeña, puede haber una repetición electoral en el mes de enero. Remota, pero posible. Personalmente creo que Pedro Sánchez no se va a arriesgar a una próxima convocatoria en la que el electorado penalice todas las supuestas concesiones, y de toda índole, que presuntamente ya tiene negociadas y acordadas. Las cuales recogerían las principales exigencias de los separatistas radicales de Junts, ERC y Bildu, ya que el BNG y PNV son meras comparsas políticas que ya no tienen ningún valor por su sometimiento y entrega total al sanchismo. Con lo cual, la disyuntiva planteada por la musa política popular madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de “amnistía o elecciones” parece ser las dos únicas alternativas posibles después de la investidura fallida de Feijoo. 

Pero la realidad es que Pedro Sánchez ha llevado en los últimos tiempos todo a semejante extremo que indica que el único camino que se ha marcado es ser presidente al precio que sea. Ha derivado, y sigue haciéndolo, a este país a un frentismo preocupante y peligroso. Aun así, le da igual, con tal de conseguir su propósito. Y los suyos comulgan con ruedas de molino igualmente con una facilidad pasmosa ante tanto desatino y cambio de criterios. Lo que me lleva a reflexionar sobre cómo de atomizada, política, y socialmente, está la sociedad española hoy en día, y su grado de información real. Es decir, ¿la ciudadanía contrasta el relato y las proclamas lanzadas de nuestros políticos con la realidad tangible de los datos o se conforma con el relato diario obviando los continuos cambios de opinión, criterios y posicionamientos? Me gustaría poder tener disponible un estudio sociológico de la actual sociedad española por tramos de edad. Porque así me ayudaría a entender y comprender situaciones políticas totalmente surrealistas y apoyos incondicionales difícilmente explicables con argumentos sólidos y creíbles. 

Vivimos un momento convulso políticamente. Es verdad, claro que sí, que España ha tenido en otros momentos de su historia episodios convulsos tanto políticos, como sociales y económicos. El tema es qué final tuvieron y adónde nos llevaron posteriormente. Pues de eso de trata ahora también. De intentar vislumbrar hacia dónde nos va a derivar, como sociedad y como país, esta etapa política personificada en individuos egocéntricos, narcisistas y que carecen de principios morales y éticos. La frase de “el fin si justifica los medios” es su único lema en sus objetivos. 

Finalizo esta columna de opinión recordando un refrán que dice “En tierra de lobos hay que aullar como todos”. A lo cual añado su significado: alude a la poderosa influencia de las malas compañías, por lo que conviene huir de ellas. Y dicho esto... el que quiera entender que entienda... 

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