Opinión

Alguien del COB se quedó en el vestuario

Jhornan Zamora trata de contener a Jalen Nesbitt. P. CÁNDIDO
photo_camera Jhornan Zamora trata de contener a Jalen Nesbitt. P. CÁNDIDO

En nuestro recurrente libro del recuerdo está aquella anécdota de cuando Moncho, utillero del COB, tuvo que ir rápidamente a rescatar al técnico, Angel Navarro, que se había quedado encerrado en el vestuario, sin que nadie se hubiera percatado de ello, hasta segundos antes de iniciarse el partido.

No es que Felix Alonso, técnico del COB, se quedase encerrado en el vestuario del pabellón del Castellón, es que, tras el descanso, ¡se quedó encerrado todo el equipo ourensano!  Pues, para quien no haya visto el partido, no habrá otro modo de entender que siendo 5x5 y ante un rival parejo, el conjunto ourensano solo haya sido capaz de anotar 21 puntos por 38 su rival... y todo tras dos primeros cuartos esperanzadores: 38-43 para COB. 

Desastrosa segunda parte del conjunto ourensano que sigue regalando oportunidades a sus rivales y sigue metido en problemas en la clasificación. En ese grupo de meritorios sin jerarquías claras, demasiado cerca del descenso o con expectativas demasiado altas para lo que hay o cuando no hacen las cosas bien. Como fue el caso.

Un COB que parece estar ahí, en partido, pero no del todo, con aire “the Last Dance”, donde tras una buena primer parte, volvió a incidir en errores del pasado, con una fatiga que parece ir en las piernas, pero también en el ánimo, seguro en la concentración. “No somos lo suficientemente buenos para ganar sin ejecutar nuestro plan de partido.

Antes lo éramos, pero ahora...”. Esto lo dice Steve Kerr de sus Warriors en horas bajas. Pues igual de lo mismo para un COB incapaz ante la adversidad de conseguir una mínima continuidad no ya en cuanto a resultados, también en el juego. 
Por contra, una gran victoria para Castellón, sobre todo por las sensaciones. 

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