Que manera de crecer/que manera de sentir/que manera de soñar...que manera de sufrir.. que manera de palmar/que manera de vencer...¡qué viva mi Atleti de Madrid! Es la manera, poética, no podía ser de otro modo, de interpretar, por parte de Joaquin Sabina, la "desarmonía" entre un sentimiento, la pasión y el infortunio que siempre parece rodear al club colchonero en momentos claves. Como ocurre con ese COB sobresaliente en sus resultados pero que bien podría alcanzar la excelencia de haber tenido mayor regularidad como local. Bien es cierto que aún nada es definitivo.
Capaz de competir con los mejores, y la clasificación así lo refleja, son cuestiones puntuales lo que minimizan su rendimiento ante aquellos equipos que son capaces de llevarle al límite de esos minutos finales donde la responsabilidad parece superarle. En algún momento fue suficiente el acierto individual de Suka-Umu. No tanto ahora. Y es que a estas alturas de la competición de sobra son conocidas virtudes y defectos de cada equipo. Es reiterativo el COB en el sistema y en este momento las individualidades, sobre todo en el Pazo, no parecen tener la confianza de jornadas anteriores. Toca cambiar.
Para Kevin Durant "Mi estilo ha cambiado y evolucionado principalmente porque he llegado a tener más confianza en mí mismo". Es la clave. Para nada se le puede achacar al COB falta de motivación, más bien lo contrario. Sí pudo faltar convicción. A estas alturas los roles tienen que estar más que definidos. Diálogos -¿discrepancias?- en la cancha y rotaciones al limite no son el mejor modo.
Dado lo conseguido hasta ahora la irregularidad del COB en el Pazo no pasa de ser una contrariedad pero ocultarlo es exaltar el conformismo.
