A Phil Jackson, exitoso técnico de los Bulls de Jordan, que creció y se crio en Dakota del Norte, siempre le fascinó la cultura de los Sioux -”tenían un grado muy elevado de responsabilidad- hasta introducir algunos ritos de los Lakota, “luego de una derrota dura, a veces encendía un puñado de hierbas y las esparcía para purificar el aire del vestuario”.
Bromeando, o no, la solución a los malos resultados, falta de ánimo del COB, ojalá pasase por una purificación del vestuario. Seguro que nuestro alcalde, ahora entregado al programa festivo navideño y desde un tiempo habitual en el palco del Pazo, seguro estaría dispuesto a contratar al televisivo Maestro Joao u otro por el estilo. Pero la cosa no es tan fácil.
Insistimos en que es posible crear un equipo desde la defensa -los Pistons, paradigma de defensa, se ganaron el respeto y título de la NBA de este modo- pero siempre que se logre minimizar errores en ataque. Ahí esta el gran problema, junto con el juego interior, del conjunto ourensano. No es el mayor error que el COB pierda ante el ecuánime Palencia, como sí lo es que Coruña ceda en casa ante Guipuzkoa. Pero sí lo puede ser -con refuerzo o no- en la próxima visita al reanimado Oviedo. Igualados en la clasificación pero no tanto en el ánimo. Fraccionada la Liga, del primero, Andorra, hasta el décimo, Coruña, juegan una Liga distinta. No hay sorpresas posibles. La próxima jornada puede marcar el principio o fin de objetivos.
