Veo al entrenador del COB, a Guillermo Arenas, como un tipo normal en todo lo que hace, cómo lo hace y lo que dice. Colocado en medio de otro grupo de entrenadores no llamaría la atención, ni siquiera sus trajes son llamativos para ello. En sus declaraciones puede pesar más su claridad que su oratoria, pero si no me fijara en el técnico, sino en el baloncesto que juega el equipo que dirige, tendría claro que es la consecuencia de un tipo normal. Así es tras superar dudas y sistemas en las semanas anteriores.
Cierto que su COB no ocupará los espacios ilustrativos con las mejores imágenes de la jornada por sus mates, tapones o asistencias... pero a la vez la sensación de que puede intentar armar un equipo desde la defensa es real. Sin mayor lustre, rectificando los roles iniciales y excluyendo rotaciones, pero, dentro de sus limitaciones, jugando al baloncesto. Aunque si vas al límite...
Bajo porcentaje en el tiro exterior ourensano, acierto de Jaime Fernández con dos triples para encarrilar el partido, a parte, es evidente que “nos jodiste”. Imaginaria declaración de Shaun Willett por ser el penalizado, pero en concordancia con lo que muchos pensamos, sobre la actuación arbitral, con la señalización de dos cuestionables y decisivas personales en ataque con el marcador igualado y ya muy al final.
Lástima de un partido que habría confirmado en la clasificación la evolución que está teniendo el equipo en el juego.
