Opinión

¡Porque la vida puede 
ser maravillosa!

Aprovecho el desayuno para leer la prensa, que si la policía sospechaba malos tratos en el homicidio de Verín, que el Airbus accidentado en Sevilla tenía "deficiencias significativas", que Putin exhibe su potencial militar ante la prensa europea, ¡joder!.

"Como alcanzar un retiro dorado", Planes de pensiones, y por si faltaba algo el "yoismo" político en campaña, ¡joder! ¿Cabe tanto antagonismo, desesperanza, desastres? Recibo un WhatsApp de mi hija, al otro lado de España por motivos laborales, preocupada por si no le renuevan su "beca" laboral y que sus vecinos de piso (3º o 4º, no sé) no la habían dejado dormir. Por si no era suficiente, recibo otro de un amigo, alarmado, porque su sobrino, un joven emigrante en Suiza y amante de la montaña, está desaparecido en la catástrofe del Nepal, ¡joder!

Me siento a la mesa y en mi conciencia redoblan "saludables" consejos. "Huye de la salsa carbonara y el tiramisú", "evita el pan al principio de la comida" y lo más desesperante "opta por el jamón y las parrillas de marisco" ¡joder!

¿Me voy al basket! En los prolegómenos del partido mi joven colega y compañero de asiento, Álex, satisfecho porque su equipo ganó hoy, me apunta cuales pueden ser las claves del partido. Desea una final ante Breogán en la que pueda "putear" a mi amigo Iván".

Sale el COB. Ya solo hay ojos para la cancha. La gente se vuelca con el equipo y bajo una única bandera. Loable su firmeza ante la difcultad: "sí, se puede". ¡Joder, esto es otra cosa! A cada soflama de D.J. Tibu -tan capaz de cargarse al "Lobo" como de repartir MVP o inventarse un cuarto adicional- la gente salta, grita, aplaude, ¡se divierte, disfruta!¡Y de repente! ¡Ratatatatatata! Oh là là, Rivero

¡Porque la vida puede ser maravillosa!

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