Opinión

Protagonismo a quien corresponde

No es tan comparable en el resultado como lo puede ser en su propuesta programática por alcanzar un objetivo lo ahora vigente con respecto a lo sucedido 25 años atrás. El resultado de aquel momento fue lo excepcional y de ahí el justo reconocimiento que ahora se le tributa a aquel Caixa Ourense que lograba el ascenso a la ACB (temp. 88/89). Lo cotidiano y realmente decisivo con el devenir del tiempo y a falta de mayores logros deportivos es el empeño, incluso a nivel económico, e ilusión de quienes temporada tras temporada son capaces de asumir el riesgo de garantizar la continuidad de un club con evidentes carencias.

En su gestión y sensatez en momentos decisivos de la temporada, junto con el ánimo e incuestionable respaldo de la afición está la clave, una temporada más, de la permanencia. Muy por encima del 30% de victorias logradas por el equipo.

Sin lugar a dudas "un buen equipo", como apuntaba un exjugador ourensanista participe del ascenso a la ACB, pero..."sin carácter". Y no le falta razón. Ante el Coruña y como cierre de temporada el mejor ejemplo. Sin intensidad y mayor motivación, el conjunto ourensano fue superado por un rival un tanto limitado de efectivos pero sobrado de ánimo tras haber completado "una excelente temporada" a consideración de su técnico, Tito Díaz. Capaz de sorprender con su defensa alternativa, dominar el juego interior o buscar a su jugador más inspirado, Sean Ogirri...vamos, todo aquello que un COB especialmente individualista y con evidente apatía fue incapaz de realizar.

El talento sin esfuerzo de poco vale y la preparación es tanto física como técnica y psicológica.

Por otra parte entendemos que está fuera de lugar el "castigo" a Luettgerodt por una imperceptible réplica al técnico pues el pundonor de este jugador merecía otra despedida o la escasa participación de Carter pese a la ausencia de Morentín. Lo que viene a confirmar la escasa anuencia del entrenador con los errores de determinados jugadores. Como se pudo intuir un rictus de amargura en el rostro de Huertas o Rivero quizá en la desconfianza de que se podría haber hecho más.

Para meditar el escepticismo que de principio y hasta el final mantuvo la grada. Y una prevención "que los árboles no impidan....".

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