Opinión

Vuelve, a tu casa aldea vuelve, por navidad

Poco a poco las tradiciones se van perdiendo, mucha gente ya no lleva a sus hijos a su casa en la aldea por navidad, ni por los difuntos, ni los fines de semanas, ni los veranos… Todo esto nos parece normal, parte de la evolución que genera la globalización, pero hay gente que ha decido quedarse, enfrentándose a las dificultades del destino.

Qué dura es la vida en un barco, mas el mar está lleno de valientes marineros gallegos. Gracias a ellos Galicia tiene los mejores pescados y mariscos. Que duro es vivir en el campo, mas Galicia tiene las mejores terneras, vinos, pimientos, patatas… En todos los casos la gente se levanta y trabaja de sol a sol, con el frío del invierno, el calor del verano, se moja cuando llueve... y en muchos casos sin vacaciones o fines de semana. Todos, día a día, trabajando en el campo o en mares lejanos, llevando su lucha silenciosa por Galicia, por su tierra, como verdaderos héroes.

Como aquellos héroes, que emigraron a tierras lejanas, llevándose consigo la morriña de su tierra, trabajaron duro para mantener a sus familias en tiempos de crisis, a muchos kilómetros de su tierra, sin teléfono, sin internet, únicamente con sus recuerdos, únicamente con el amor que profesaban por aquellos a los que sabían estaban ayudando a sobrevivir en tierras extranjeras, muchas veces intentando comprender un idioma que no sabían, compartiendo alojamiento con extraños, compartiendo esas migajas que uno ahorraba.

Para aquellos que nos fuimos, volver a la aldea para retomar el negocio de nuestros padres no es fácil. Todo negocio necesita exportar, como dicen, no pongas todos los huevos en la misma cesta. Pero al igual que nuestros antepasados, viajamos a tierras inhóspitas, compartimos habitaciones, pisos, stands en las ferias… La promoción es compleja, pero sabemos que no estamos solos en nuestra lucha, contamos con el apoyo del Igape y Medio Rural, es una causa noble, Galicia lo demanda y nosotros no cejaremos. Al fin y al cabo no estamos vendiendo un simple vino, estamos vendiendo vinos con historia, desde los Colleiteiros que le ponen los nombres del vino de sus hijos, a los que le ponen los nombres de sus antepasados o los que le ponen los nombres de sus aldeas. Todo tiene algo en común, están orgullosos de sus raíces, de lo que son, de la tierra que les vio nacer, crecer y que ahora les da de comer.

No dejes de ir por tu casa en la aldea por Navidad, no dejes de celebrar las fiestas con tu familia, y sobre todo no dejes de beber o de comer con los productos de nuestros tierra. La Navidad no son solo regalos, es para muchos a los que el destino nos aleja, poder volver a ver a nuestros seres queridos y compartir nuestras experiencias bajo el fuego de las chimeneas que nos calientan, al amparo de las estrellas que marcan nuestro destino.

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