La bicicleta es un milagro. Cada vez que monto en ella confirmo que es el mejor invento de la humanidad. Su diseño es perfecto. Inmejorable. Aunque la fabriquen en carbono o le pongan un motor eléctrico. En bici vas en silencio y unido al paisaje. En las demás carcasas en las que nos desplazamos estamos separados de todo y además haciendo ruido. Después de caminar, la bicicleta es la mejor manera de habitar la ciudad y de viajar por la tierra. Pero en la bici se pueden cargar bolsas y alforjas para no quebrarnos la espalda. También una tienda de campaña para llegar hasta la China popular si tenemos tiempo y las piernas empujan. Pedalear sucede en la superficie y puede parecer sencillo, pero al hacerlo se entra en las profundidades de uno mismo. Este invento es a la vez gimnasio y psicólogo.
En bici vas en silencio y unido al paisaje. En las demás carcasas en las que nos desplazamos estamos separados de todo y además haciendo ruido
Viajo en bicicleta con las bolsas y alforjas de la casa británica Carradice. De entre todas, la más hermosa es la Barley, en algodón encerado y tweed de exquisita lana de Harris. El algodón encerado, como el de las chaquetas Barbour, es el mejor tejido técnico que existe y ya estaba inventado hace 100 años. No hace falta desenterrar dinosaurios: este tejido, que es tendencia desde la Antigüedad, se basta para repeler la lluvia y dejar transpirar a nuestro equipaje. Y es que la Barley es una bolsa de cuando la bicicleta no era deporte, sino la vida. La siguen fabricando a mano como en los años treinta y en su etiqueta está escrito el nombre de quien se encargó de hacerla: Emma. En sus dos pequeños bolsillos laterales guardo parches y cámaras y en el compartimento central algo de comida y ropa cuando voy a trabajar o me pierdo por los viejos caminos de carros. La Barley se amarra al sillín o al manillar con un sistema milenario: cintas de cuero y hebillas.
El algodón encerado, como el de las chaquetas Barbour, es el mejor tejido técnico que existe y ya estaba inventado hace 100 años
Con este equipaje de ayer puedo parar el tiempo y ser suficiente por estas carreteras y caminos donde ya no rueda nadie. Ella viaja conmigo a los destinos más exóticos, que son casi siempre muy cerca. Es la puerta mágica para verlo todo con ojos nuevos. Al ajustarla a la bici, el corazón se pone en el lado curioso de la vida. Que la vida dure para hacer esto.