Opinión

Conversaciones de campestre yantar

El libro sobre Montederramo, de Alberto Cacharrón.
photo_camera El libro sobre Montederramo, de Alberto Cacharrón.

Yo que no suelo hallarme en ágapes, por familiares vínculos a alguno comprometido, y a fuer que provechoso, amén de las viandas, postres y todo eso que de imprescindible se tiene, las conversaciones a la confidencia invitan, y si vino por medio, siempre se aguarda que la incontinente lengua se explaye más allá de lo que la prudencia aconseja, pero este no fue el caso para quienes de educación y continencia hacen gala. Así que hallándome en una juntanza para conmemorar el festival musical del Pórtico do Paraíso, que es el de Ourense, porque el de la Gloria de la catedral compostelana, festival con unos cuantos solistas que actuaron en monasterios: Sta. Cristina, Xunqueira, Montederramo, todos de la llamada Ribeira Sacra, en un desparrame más allá de las fronteras capitalinas. Alguien anotaba que instrumentistas solistas para un edificio monástico iban a quedar como entre la soledad de venerables piedras; aquel espacio podía requerir una orquesta, pero pensando en los medios de que dispone el patronato organizador, del que se ha desligado el concello ourensano, me dicen que por falta de impacto, asistencia o rentabilidad. Uno no puede creer en el desmantelamiento de la cultura en términos de rentabilidad o incluso de asistencia. Así este Pórtico condenado a la orfandad por falta de apoyo municipal, se mantuvo gracias al impulso de sus creadores y de anónimos donantes, y que con otro apoyo institucional sigue ahí este festival puesto en marcha por la entonces concejala de cultura de aquel municipal y recordado gobierno de Paco Rodríguez, Ana Garrido, desarrollando una idea del profesor de música del Conservatorio Juan Enrique Minguens, 

Un almuerzo semi campestre en el frescor de los 600 m. cuando de calores casi agobiada la ciudad a 100 metros de altitud, da para encuentros de tarde en tarde como el de Steve, un inglés asentado por laborales razones entre nosotros, al que por ser de Liverpool preguntamos inevitablemente por la próxima final europea futbolera entre el Madrid y aquel equipo, en el que tanta fe que no vacila en que ganará la final de París. Cada uno tira para lo suyo. Un vis a vis con el exalcalde Paco Rodríguez, de feliz recordación para la ciudad, perseguido por su enemigos políticos hasta montarle un esperpéntico caso que le hizo dimitir, mostrando esa cara de los partidos que ante la sospecha colocan en la indefensión a sus propios miembros y provocan su cese sin pararse en las consecuencias psíquicas o físicas que eso acarreará truncando las expectativas políticas porque eso de injuria que algo queda fue lo que le pasó a este Paco Rodríguez al que exonerado de las acusaciones nunca reparación hallaría, lo que indica el grado de indefensión en el que se hallan los servidores públicos, me refiero a los honrados. Paco me dice que no volvería a la política, y le creo, mientras otros sueñan con el retorno a pesar del dicho que nunca segundas partes fueron buenas. Javier Prado, un promotor, constructor, empresario, siempre con ese punto de humor en el que desde la distancia vislumbré muchas cosas y las vivió cuando activo en la ciudad, me recuerda como muchos triunfadores admirados esconden sus carencias, su miseria, su falta de empatía por sus empleados, y lo que él sufrió por las malas compañías empresariales que le acompañaron. Conserva un buen recuerdo de la extinta Caja de Ahorros, de la que cree que nunca debió desaparecer. Pero no cayó en la cuenta el amigo que las Cajas de Ahorro muy sometidas a los caprichos, o digamos por ser más suaves, vaivenes de los poderes públicos municipales o provinciales.

De conversa con esa casi vecina y amiga de la familia, Carmucha, hermana de Pepe Santos, de aquellos Chilotes tan renombrado en la hostelería, allá por As Carnicerías, esa barriada entre la ciudad y a Valenzá denominada así esta barriada donde estaban las de Lombán, su abuelo, la del Pera, Garabás, Antonio, de tanta fama, que concurridas por los urbanitas a diario, por su excelente carne. Hijos, Carmucha y Pepe, de unos padres cuya educación rayaba en la exquisitez, de tan palmaria para quienes maestros  de escuelas del rural próximo.

Converso con María do Carmo Henríquez recordando tiempos de veraneo nosotros en O Grove y ella nacida y morando en el lugar, a la que llamábamos la hija del ayudante, porque su padre lo era por delegación de la zona Marítima, cuando acudíamos a la playa de Rons porque A Lanzada cubierta de nieblas. María do Carmo, jubilada de la universitaria docencia, dedica sus tiempos a estudios y publicaciones y aun dirige algunos masters esta viuda de Pepe Posada, ese recordado y desaparecido amigo que en la juventud siempre sorprendía nuestros guateques con discos de rock y otras novedades que él traía de Estados Unidos: Elvis Presley, Ricky Nelson, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis… Bailábamos al son de aquellos discos que colocaba en el gramófono un más amigo que empleado de Radio Pérez, que también se marcaba a unos bailes.

Mani Moretón hace uno foto de comensales fuera de manteles, alguien poco después avisa que inminente el último concierto del Pórtico do Paraiso en Montederramo, y cuando todo parecía discurrir en pausadas conversas hasta el ocaso, aun el sol en altura se inició la desbandada hacia los orígenes de la Ribeira Sacra que se documentan allí mismo cuando la madre del rey de Portugal, Afonso Henriques, la condesa o también llamada reina, Teresa de Portugal, otorga un documento fundacional al referido monasterio en estos términos:   Deo  Omnipotenti  et  tibi Arnaldo  servo  eius  et  sociis  tuis  et  servientibus  tan  presentibus  quam  futuris, locum  qui dicitur Rovoyra Sacra  qui  est  in Monte  de  Ramo…  y así sigue el documento fundacional que deja zanjada cualquiera controversia sobre el origen de la Ribeira Sacra, allí mismo ubicada, que el nombre le viene del roble o robur sagrado, allí ubicado como lugar de culto, incluso prerromano, y no por ser ribera del Sil o del Miño.

Te puede interesar