Opinión

Grupos de pop y rock de los sesenta

chicho
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Vengo de un Foro La Región y donde menos éramos de los esperados, a pesar de los atractivos que para muchos aficionados a la música ligera de Galicia desde los años sesenta hasta ahora, contenida en el libro de Fernando Fernández Rego. Noté muchas ausencias y cuando pensaba que aquello estaba abarrotado, con premura y el tiempo al límite, la emprendí escaleras arriba hacia Afundación en el edificio de V.Gulías donde antes Caixa Ourense por donde tantas veces subía y bajaba cuando en el mundo laboral aquello oficinas y despachos de directivos; al llegar, el supuesto abarrote se quedó en una entrada mediada, atribuible a varias causas, quizás porque otros actos simultáneos o porque el pasotismo se ha instalado o porque esos jóvenes que se esperaban se interesaran por lo que Ourense musical fue, no apareciesen, porque en otra onda. En aquella segunda mitad de siglo y parte de la presente surgían conjuntos o pequeñas bandas musicales, alguna de adolescentes que deberían ser autorizados por sus padres para poder actuar fuera de aquí. Una materia en la que Daniel Bouzo, integrante del pionero BenPosta, Wagners y otros conjuntos conoce muy bien, y por ello se manejó como pocos en la presentación del autor del tomo de casi mil páginas dedicadas a la música gallega desde los cincuenta donde Los Suaves son el resultado exitoso de lo que aquí se hacía; desde Santiago Los Tamara, los más internacionales en el panorama de Galicia. Además, Bouzo con su programa de radio en la SER ourensana mucho sabe de música ligera(o como queramos decirla y de su experiencia madrileña como pinchador o disc-jokey en el Pachá), contemporánea y como animador con su guitarra de todo cuanto evento entre amigos donde se convierte en un verdadero showman, pero no le pidas que actúe en público si no para excepcionales casos. Por allí estaban Menchu, de pronta retirada cuando se le presentaba halagüeño futuro, algún componente de Los Murciélagos, de los Posters, de Nueva Democracia y de los Suaves, a los que hay de dar de comer aparte por su resonancia allende nuestras fronteras, como un refrendo de que nuestra ciudad fue muy prolífica en pequeñas bandas. Ahora otros grupos surgen y graban sin necesidad de productoras. Aquí, por nuestros pagos, hallamos a músicos ourensanos muy preparados, casos del percusionista Tom Risco, de los pianistas Alberto Conde, Javier Constenla, Alfonso Medela, de la gaitera, pianista y compositora Cristina Pato o del acordeonista Víctor Prieto  o de la solista Silvia Alonso, o María do Ceo…que no pocas veces traen su propio grupo, y también de  lo que fue PacoPaco por Europa; conjuntos que surgen y  que por acá pululan: Etiqueta Negra, Gintonis, Los Renegados, Bossa Nostra, La Banda, Cosecha Roja, Burgas Beat, Phanton Dragsters, Auria Heep …y los dioses me libren de si alguna me queda, con algún combo y muchas orquestas, o mejor grupos, de un galaico entorno de casi 500 que se las apañan para subsistir con alguna gira por pubs, cafés, auditorios, clubes…pero mi nostalgia echa de menos a aquellos jovencitos, casi adolescentes, de Los Wagners, Posters, Nueva Democracia(un atrevimiento en plena Dictadura), BenPosta, Murciélagos…Buena exposición de Fernando Fernández Rego desgranando el libraco, con desenvoltura tal, cual  si impartiese una lección a sus alumnos de Secundaria, y proyectando algunas canciones. Lástima que el autor no tuviese grabaciones de las bandas ourensanas, como debería hacer con las locales cada vez que por ahí va. Se cerró el acto con interesante coloquio sobre cuestiones relativas al vacío de esta era en la que ni el pop, ni el rock, ni el jazz, ni otros géneros suponen nada para la generación presente que consume nuevos productos, heavy metals, entre otros, mediante las nuevas tecnologías que puede que los desinhiba de cualquier musical aventura. Pasado el MP3, y a la velocidad que todo avanza ¿estamos ante un nuevo modelo? 

Una presentación en la que no faltaría el otrora gran letrista y colaborador dominical de este diario J. Noguerol cuando pasando la música a letra para Miguel Ríos y otras figuras de la época; no sé si hogaño dedicado a esas labores, quien en su día y en la cumbre no desdeñaba en escribir para los grupos ourensanos que se lo demandaban, e incluso grabando un LP de impacto en España. Si pocos desertaron de la presentación, Jota Punto Noguerol se fue como vino, en el silencio de su discreción, por más que desde la mesa se le citase, cuando antes solo por unos pocos se advirtiese su presencia; su ausencia, si Bouzo no lo volviese a citar, acaso inadvertida.

En la salida, dispersión de unos cuantos: Dani Bouzo en compañía de Juanjo Feijóo, el introductor de los Foros al que mucho ayuda su radiofónica voz y su brevedad introductoria, iban a llevar hasta la estación del tren  al autor del libraco( no se tome por despectivo si no por grande) ; por allí también Adriana Domínguez, directora del grupo de moda de la paterna firma, con su compañera de pupitre y se presupone que amiga, la exquisita bailarina formada en foráneas escuelas, Maruxa Salas; el pintor Carlos Basalo, bajista que fue de Los Murciélagos; Alberto Prego  con frecuencia enredado en cosas de la Naturaleza ; Charly, de Los Suaves, mientras Yosi en Argentina… y otros, que exhaustivo sería enumerar, que no es el caso para menos de un centenar de los que por allí complacidos asistimos viendo a un desinhibido Bouzo al que por cercano no creíamos con estas aptitudes para la presentación. Por eso los mediocres se mantienen distantes para que no conozcas su nadería; de ahí que crean, que alejados, aumentan un valor que en la cercanía no tienen. Dejémoslos mecerse en la vanidad de su hinchado ego.

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