Opinión

Una boda a la escocesa

Por estas casualidades me encuentro por tierras de Amoeiro paseando por esos caminos en los que es prolífica la tierra de Os Chaos, como revisando los caminos de la Camiñada dos Pazos, cuando delante del de San Damián me sorprende un variopinto grupo de escoceses con sus faldas, asistentes a la boda de Loly y Phil, de galáaca con escocés, compañeros ambos de no pocas montañeras salidas. Me entero que el oficiante es el alcalde de Amoeiro, Rafa Villarino, que quien mejor podría ser para tan exótico evento, a pesar de algunas reticencias propias de quien además de alcalde ejerciente y vigilante de su término es dirigente del PSOE en la provincia. De 36 invitados, familiares casi todos, se vinieron de Escocia 22 a celebrar estos esponsales, que ya se fraguaron en un más que romántico encuentro donde la casualidad  determinante. Fue haciendo el camino de Santiago, Loly, su hermano Tino, su cuñada, cuando se toparon con un solitario Phil que estaba peregrinando en el camino de Santiago desde Roncesvalles. 

Conversación limitada porque ni unos ni otros conocían el idioma del otro, así que a base de preguntas lentas y simples y más gestos que palabras fueron trabando amistad y Loly y Phil sintiendo esa atracción que ayer los ha llevado si no a un periclitado altar si a la alcaldía a certificar su enlace civil. Loly, enfermera del Sergas, muy estimada en tierras macedanas porEl novio Phil, segundo por la izquierda. su cercanía al paciente. y Phil, ingeniero por medio mundo, ya en las Seychelles, ya en Dubay y finalmente en Norfolk donde se dedicaría a la universitaria docencia. Yo continuo haciendo camino por Os Chaos mientras el bullicio a mis espaldas da fe del carácter festivo de esta boda galaico-escocesa, a la que solo faltaron las gaitas, aunque me parece que las habría finalmente

Esta vez iría de buena gana a Beade a ese prodigioso bosque Ridimoas, que conmemora su 30 aniversario. Un día Pablo Rodríguez, “Oitabén”, rehabilitador también de aves rapaces en el centro de la Xunta en O Rodicio, con otro docente de la Universidade Laboral y dos alumnos, concibió la creación de una sociedad ecológica y cultural que llamarían Ridimoas, en nombre del bosque en la cima de Beade, adquirido por esos primeros socios, que de tanto incremento llegarían a la cifra impresionante de más de 1.000. 

Esto resume que cuando el entusiasmo es grande, el proyecto sale adelante hasta incrementar el área del bosque a partir de sucesivas compras de las que los socios resultan copropietarios. Ridimoas está ahí a 20 minutos para ser visitado desde el pétreo calvario frente a la misma iglesia de Beade, en corto recorrido de poco más de una hora. La devastadora incursión de unos cazadores en el bosque hace un par de meses produjo una masacre de animales cazables. La cosa está sub iudice y esperamos que estos actos no vuelvan a producirse, se piensa, cuando no se conoce a un colectivo, que quieras o no se envalentona armado de sus escopetas. Dirán que fue un grupo incontrolado, puede, pero también capaz y consciente, como sucedió, de meterse en un espacio natural protegido y de propiedad particular de Ridimoas causando esa matanza de animales que seguro se consideraban a salvo sin saber que los límites no existen para los que provistos de armas y uniformados al estilo de cuerpos de élite, son capaces de algo así, y lo fueron. Ridimoas llevará al banquillo tamaña tropelía de la que no hemos visto disculparse a la sociedad de cazadores por aquello de la defensa corporativa o de clase, supongo, pero de acerada pluma cuando ha de atacarse a alguien que ha puesto en duda la función o misma existencia del cazador-depredador en una sociedad que los rechaza hasta el 80%.

Y por los alrededores, en Vieite, está Chano Santamaría y sus viñedos y colmenas que defendió con todo frente a la velutina, pero que una vez bajada la guardia terminaría por mantener a las abejas atrincheradas, sin producción, estresadas y finalmente aniquiladas por este avispón asiático; pero él volverá a instalar nuevos enjambres porque no es hombre que se rinda fácilmente. Me dice que en el continente asiático las abejas ya han creado sistemas defensivos eficaces que les asegura la supervivencia contra la velutina, cosa que las europeas, por novedoso, aún no han creado. Habrá que comprar los enjambres allá.

Te puede interesar