Opinión

El Xares, el río más alto de Galicia

Esta es la laguna glaciar de Laceiras, nutrida del regato de Morteira, que alimenta al Xares.
photo_camera Esta es la laguna glaciar de Laceiras, nutrida del regato de Morteira, que alimenta al Xares.

Nace entre los picos de Trevinca y Pena Negra, a más de 2.000 metros de altitud, más cerca de la primera que de la segunda, como surgiendo de entre lecho salpicado de cuarzos; más abajo, ya corriente manante entre A Valigota y O Xencianal, sembrado de rápidos, y un poco más abajo como emparedado entre o Diluvio y o Cabrón, como si se nutriera de la cerrada lagoa glaciar da Serpe; realmente lo hace del regato das Meladas. Cuando va superando esos desniveles, casi 1.000 metros, se adentra como en amplio llano y valle hasta Ponte; en Xares recibe al regato da Morteira, que se nutre de dos lagunas glaciares, la de Carrizais y Laceira, para verlo correr con precipitaciones que lo convierten en cascadas de cierta altura hasta su represamiento en el embalse de Prada, en la cota 847, recibiendo poco antes al río Corzos donde se sitúa la hermosa Cántara da Moura, como si el río brotase entre inmensos bolos graníticos. Estamos ante el río más alto de Galicia, ourensano cien por cien, que cuando se nutría de neveros más caudalosos, y esto lo notan los vecinos de la primera aldea habitada, la de Ponte, y hasta los de Xares a casi legua más abajo porque ya en Baños, que balneario fue, se remansa tanto que se revierte en cola de la presa de Prada.

El Xares, truchero de fama, nunca ha dejado de manar, incluso aguas arriba, donde en nuestras arribadas a los altos de Trevinca veías unas aguas, pero de tan reducidas que deberías ponerte al lado, en un cauce sembrado de cuarzos, para visionarlas. Dos represamientos importantes lo convierten en grandes lagos, el primero el ya citado embalse de Prada, que toma el nombre de la aldea donde represado, y no de A Veiga por donde antes pasa, que a pesar de ser capital municipal no dio nombre al embalse y ni siquiera a su más importante playa, dicha de los Franceses, cuando más madrileños se caían por aquí atraídos por una pesca ahora no tan abundante. Una fortísima caída desploma las aguas que se evacúan desde la presa hacia una parte a las turbinas más abajo situadas y las otras por el fluvial cauce hacia el cercano embalse de Santa Baia donde un balneario, ahora en desuso, situado en su margen izquierda, el de santo Tomás de Beto, fue muy celebrado en la comarca. Más arriba, hacia el nordeste, la aldea de Satoalla do Monte donde el suceso trágico del asesinato del holandés por dos vecinos, morada actual de su viuda. Un regato del mismo nombre tributa en el Xares. Por allí una espectacular carretera que viene de Petín, muestra unas espléndidas vistas allá donde el tomillo abunda en sus mismas cunetas.

Más abajo, casi a pie de presa, un puente; desde aquí el río encajonado y serpenteaste pasa a los pies de a Barxa y antes de la llegada a Portomourisco, un lugar afamado por su medieval puente, que de ahí le viene el nombre, hasta que encuentra al Bibei donde le rinde sus aguas en el lugar llamado precisamente Entre Ambas Augas, a poca distancia del santuario de As Ermidas. El lugar puede avistarse desde la aldea de Chandoiro. Estamos en la cota 350 cuando el río casi se desploma desde sus nacientes como 2.000 m. Un recorrido de 47,5 km. por tierras de O Bolo que por suyo lo tienen. Tierras estas con mucha historia que alcanzarían renombre, quizás cuando dominadas por los condes de Benavente, que dejaron su huella en los castillos de Viana y O Bolo.

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