Desde que (verano de 2007) la crisis internacional asomó la gaita hasta que (mayo de 2010) Obama y la UE llamaron a España al orden, la inacción ha ido minando la confianza de los españoles en la capacidad del presidente Zapatero para gobernar la nave. Apenas quedan escombros. Palo si bogas y palo si no bogas, en ambos casos por méritos propios, es lo que hay, hasta mayo por sestear, desde mayo por correr. ¿Recuperable? ¿No? El futuro no está escrito y menos en la política, pero la percepción generalizada, el veredicto aquí y ahora de las encuestas, es concluyente. Cierto que la crisis es internacional, pero si España encabeza los peores pronósticos, por lo que en lo más empinado de la cuesta nos toca echar a correr después de tres años remoloneando, es porque 'este' presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ha agravado en su afán 'electorero' inicial de ocultarla
'Las malditas reformas necesarias', como acaba de bautizar en mi opinión con tanta brillantez como acierto el expresidente Felipe González las medidas anticrisis de Zapatero, podrían darle, paradójicamente, la puntilla al crédito del actual presidente del Gobierno. Toda estrategia electoral busca, como es sabido, que los electores propios voten en masa y los del contrario se queden en casa. Es la clave del poder. Pero los sondeos que han publicado este fin de semana El País y ABC son el paradigma de 'la antiestrategia'. De mundo al revés. Las formas y muy especialmente los tiempos de reacción de Zapatero frente a la crisis, además de hundir su credibilidad dentro y fuera de España, desmovilizan casi hasta la parálisis a los votantes del PSOE y les ponen alas a los del PP.
Añade González que a él 'no le quita el sueño' quien gane las próximas elecciones sino que el ganador sepa qué hacer para sacar al país de la crisis. El expresidente socialista hace recaer, faltaría más, en Rajoy sus dudas sobre si sabría qué hacer con la crisis; pero el fondo de sus palabras me parece que lo suscribirían la inmensa mayoría de los españoles; el próximo... quien sea... que sepa lo que se trae entre manos, ¡por favor! Tal vez lo que las encuestas 'premian' en Rubalcaba, la razón por la que gusta tanto a izquierda como a derecha y gana tanto a Zapatero como a Rajoy, es que cuando habla parece que sabe de lo que está hablando y tiene una solución para cada problema.
