Opinión

El día de la memoria

Es fácil acostumbrarse a lo bueno, y cuando vienes de lo muy, muy pero que muy malo, más; cuando recordamos cómo era ETA en los albores de nuestra democracia -sesenta, noventa, cien muertos al año- la tentación de dejarse acunar y mecer por el aire más dulce que ahora se respira es casi irresistible. Pero, debemos resistirla. La extrema debilidad de la banda, la aparente falta de esfuerzo con que son detenidos uno tras otro los jefes y los sicarios etarras, y lo principal de todo, el hecho gozoso de que por lo que sea llevamos casi diez meses sin un solo atentado mortal, han relegado el terrorismo a las páginas de tribunales y al cuarto o quinto lugar de las preocupaciones ciudadanas. Pero, siguen ahí, no los saquemos tan pronto de nuestras vidas. Hasta que la democracia derrote a ETA, no llegará el final de esta pesadilla


Ayer se ha celebrado el día de las víctimas del terrorismo en un acto solemne presidido por los Reyes en el Congreso. El Rey Don Juan Carlos puso las palabras, de consuelo, de orgullo, de ánimo; para la democracia española es 'una prioridad insoslayable' acabar con el 'flagelo' del terrorismo con 'todos los instrumentos del Estado de Derecho', dijo. Lo más destacable políticamente, para mí, fue cuando reiteró que el llamamiento a la unidad frente a ETA de 'todas las fuerzas democráticas' es una de las demandas más unánimes de la sociedad, una obligación de todos los demócratas y 'un deber frente a las víctimas y sus familias'


El Rey pronunció una vez más palabras que curan. Y la nueva ley de víctimas: fruto del único acuerdo de Estado que se están permitiendo esta Legislatura Zapatero y Rajoy, puso el trigo. Todas las asociaciones se han mostrado satisfechas, y hay que felicitarnos por ello. La reparación es el primer requisito de la justicia, y el único bálsamo a su vez de la memoria herida de todas las víctimas de todos los terrorismos, todos igual de culpables, todas igual de inocentes. No va más. Cierto que el debate sobre si hay que darle árnica o ni agua electoral a Batasuna devuelve de vez en cuando a ETA a las portadas de los medios de comunicación. Es normal que ellos sigan intentado volver a colarse en las instituciones democráticas: tan normal, en mi opinión, como que, mientras ETA pueda matar, los demás no volvamos a caer en la trampa de permitir que lo consigan.

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