Opinión

DIGNIDAD ANTE MARRUECOS

El secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, Alberto Moya, ha pedido al Gobierno español 'firmeza y respaldo' para los policías y los guardias civiles destinados en la frontera de Melilla durante la visita a Marruecos del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. ¡Asombroso!. ¿Acaso dudan que respaldarles y rechazar lo que a todas luces es una nueva provocación marroquí con el tufillo territorial de siempre y encima machista, será lo que haga el ministro 'de la policía' ante las autoridades marroquíes?, cabe preguntarse. Vaya por delante que yo de Rubalcaba no espero semejante felonía, creo que entre sus defectos no está el de esconderse y que dará la cara por los agentes de la frontera de Melilla. Pero, con idéntica buena fe les digo que cuesta creer (y yo no me lo creo) que un cuerpo tan sacrificado y disciplinado como la Guardia Civil lance una petición políticamente tan dura como esta a tontas y a locas


Si la Guardia Civil duda de que el Gobierno la defienda de algo tan manifiestamente injusto, mal vamos; y que conste que no estoy tratando de negar la posibilidad de que algún agente haya podido extralimitarse en sus funciones y entrar al trapo que se les tendía, los zafios insultos y amenazas contra sus compañeras policías y guardias civiles de varios indeseables marroquíes perfectamente conocidos y hasta fichados. Sería una excepción que, ni se puede extender a un colectivo que acredita a diario un aguante a tono con su profesionalidad, ni debería restar un ápice a la firmeza que no ya la Policía y Guardia Civil sino todos los españoles tenemos derecho a exigirle al gobierno español en defensa de nuestra dignidad nacional


De eso es de lo que estamos hablando. No es preciso que nadie nos explique a estas alturas que las relaciones con Marruecos son muy delicadas y difíciles. Lo sabemos. Ni que estamos condenados por la geografía a llevarnos lo mejor posible con tan incómodo vecino. También lo sabemos. Si me apuran, ni siquiera hace falta que nos expliquen que la carrera de las marrullerías, nosotros la tenemos perdida y ellos ganada porque España es una democracia y Marruecos no. Sabemos de sobra que ellos pueden jugar -y juegan- más sucio, y que a menudo nos toca 'tragar'. Pero con un límite, todo tiene un límite, una línea roja imposible de borrar sin caer en la indignidad. La línea roja, con Marruecos, creo que es la que marca esta petición al Gobierno de 'firmeza y respaldo' de la agrupación mayoritaria de la Guardia Civil.

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