Opinión

Que pase el siguiente

Es como en la consulta del dentista, cuando sale la enfermera y dice, que pase el siguiente, y ves como la vez va corriendo inexorablemente. ¿Cuánto durará en cartel el último escándalo político entre el PP y el PSOE, si ha habido o no escuchas ilegales contra la oposición por orden del Gobierno, este presunto ‘watergate patrio’? Hasta que ‘pase el siguiente’.


Meter a la policía, a los jueces y a los fiscales así, en general, en un saco tan sucio como que espían a la oposición por orden y al servicio del Gobierno es, como sin duda sabe la abogada del Estado María Dolores de Cospedal, número dos del PP, algo que tiene que probar el denunciante, no el denunciado. Y si no puedes probarlo, te aguantas, como se aguantan el resto de los ciudadanos porque con sospechas no se ganan los juicios. Pensar que lo que, sin aportar prueba alguna de momento, está haciendo el PP es hacer política es de ‘ley del embudo’. Ante la ley los políticos deben ser uno más, y los partidos lo mismo.


Las asociaciones policiales, judiciales y de fiscales españolas no es fácil que se pongan de acuerdo, pero todas sin faltar una se ha llevado las manos a la cabeza ante la acusación de Cospedal, se supone que con el visto bueno de Rajoy. Policías, jueces, fiscales, el Gobierno y parte del PP por lo bajinis (menos Ana Botella que le ha puesto voz) le piden a la número dos del PP que o rectifique, o se ratifique, o pruebe lo que dice, o se vaya a su casa. Esto es tan gordo que estoy por pensar que algo de eso ocurrirá, aunque admito que para mí sería una auténtica sorpresa. Ojalá. Pero lo que dice la voz de la experiencia es que escampará, que aunque no haya rectificación ni pruebas es iluso contar con que alguien del nivel de Cospedal dimita o cese. Y que es casi igual de iluso pensar que el Gobierno pasará de los aspavientos retóricos a la querella que ha insinuado ‘por calumnias’ la vicepresidenta De la Vega.

Te puede interesar