Los problemas de Magdalena Alvarez no se acaban en el AVE a Barcelona. A poco más de un mes de la inauguración de otro servicio de alta velocidad a la capital por la que la ministra de Fomento quiere de nuevo ser diputada, las obras de la vía CórdobaMálaga se encuentran empantanadas. En sentido literal. Las filtraciones de un acuífero en un túnel del Valle de Albadajís han agrietado la propia estructura de hormigón del túnel y levantado sesenta centímetros las vías por las que, ya se sabe, no podrá llegar el tren a la capital de la Costa del Sol el próximo 23 de diciembre. El acuífero quedó dañado hace dos años al perforarse los dos túneles en ese valle, momento en el que la ministra tuvo la oportunidad de, como le recomendaban los técnicos, de interrumpir las obras para desviar el caudal de agua. Pero urgía la llegada del AVE a Málaga antes de concluir la Legislatura, no en balde Alvarez es diputada por esa provincia. Su decisión fue la más rápida y más barata, pedir a las constructoras que sellaran con hormigón ambos túneles. Así se ha hecho. A dos meses de la prevista inauguración, la primera prueba del paso de un tren, a sesenta kilómetros por hora, provocó profundas grietas en el encofrado de uno de los túneles y la destrucción de las vías del ferrocarril en varios puntos. Inmersa como estaba, y ahí sigue, en las críticas que le están cayendo por el desastre del AVE a Barcelona, la titular de Fomento ha optado en esta segunda ocasión por el cerrojazo informativo. Ni se ha dado información pública de lo ocurrido en el túnel de Abdalajís, ni siquiera se ha permitido el acceso a las obras a los parlamentarios andaluces de la oposición que han querido visitarlas. La ex ministra Celia Villalobos ha denunciado este fin de semana que a los obreros se les cachea antes de comenzar su faena diaria para impedir que entren en el túnel con móviles o cámaras grabadoras. Villalobos, que también será candidata por Málaga en las próximas elecciones, en su caso por el PP, ha conseguido a pesar de todo un vídeo que ha entregado a los medios de comunicación en el que se observan las grietas surgidas en Albadajís. Cuanto aguantará la ministra en su cargo en cuanto se magnifique el segundo de sus escándalos a cuenta de los nuevos trenes de alta velocidad es, a estas alturas, lo único que en este caso nos queda por ver.
