Opinión

El poder de los vídeos

Si no sales en un vídeo, ni tienes un apartado en Youtube, ya no  eres nadie en este país. El vídeo casero y naif que se cuelga en la  red para denunciar un abuso, criticar a un adversario o hacer burlas  de la gente en general se ha convertido en un fenómeno de masas que  bate records de entradas en Internet día a día.

 

Los vídeos incluso  sirven para testar la manera de reaccionar de los políticos en  público ante unas imágenes que crean polémica.

 

     Este es el caso del vídeo de las Juventudes del PSOE creado, según  sus promotores, para debatir la necesidad de la asignatura Educación  para la Ciudadanía a base de hacer risas a costa de un pijo,  presuntamente del PP, embutido en una camiseta de Lacoste. Tras ser  visto millones de veces en Internet y otras tantas en los  informativos de televisión, el vídeo se ha convertido en la prueba  irrefutable de que la Eduación para la Ciudadanía es, como muchos  sospechábamos, una asignatura dedicada a la instrucción ideológica y  no, como afirmaban sus promotores, en un esfuerzo por concienciar a  los jóvenes de que sean tolerantes, pacíficos y expertos en conceptos  tan políticamente correctos como la multiculturalidad y la alianza de  las civilizaciones.

 

     El vídeo de los jóvenes socialistas ha servido también para  cuestionar la capacidad del presidente del Gobierno de reaccionar de  forma templada ante una noticia caliente. Su afirmación de que se  trata de algo simpático, que sirve para elevar el nivel de la  polémica' sobre la nueva asignatura revela a Zapatero como el  revanchista sin respeto personal por sus adversarios como le  describen sus mayores críticos. Una forma de actuar, por cierto,  diametralmente opuesta a la de la presidenta madrileña, Esperanza  Aguirre, que en la misma fecha pidió el cese fulminante' de todos  los responsables de otro polémico vídeo, el del Metro de Madrid, que  mostraba a un socio del Real Madrid como joven responsable del medio  ambiente y a otro del Atlético como culpable en grado máximo de la  contaminación en la capital de España.

 

     Además, en estos días hemos conocido vídeos polémicos que han  servido para denunciar situaciones delictivas o desagradables para  los ciudadanos que las autoridades no se esmeran en corregir, como  las grabaciones de las actividades de las prostitutas en el centro de  Madrid que han colgado los vecinos de esas calles en la red o las  cintas de las tropelías cometidas por conductores que circulan a gran  velocidad por el centro de las ciudades en las horas de madrugada sin  que nadie les multe o haga parar. Hasta hemos tenido el caso del  famoso vídeo con las trampas de Hamilton para echar de la pista a sus  rivales de la Fórmula 1. Pese a que las autoridades deportivas no  hayan hecho caso de él, ha servido, como muchos de los otros vídeos  que circulan por Internet, para que millones de personas cnozcan de  forma directa que Fernando Alonso se enfrenta a un gran tramposo.

 

 Siempre se dijo que una imagen valía mas que mil palabras. Ahora, con  Internet, ya se puede afirmar que vale más que millones.

 

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