Opinión

Vida exprés

     Tenemos ya una de las tasas de divorcios más

altas del mundo,  afirma el Instituto

Nacional de Estadística, gracias a que este  Gobierno aprobó hace dos años la Ley del

Divorcio Exprés, que agiliza  los

trámites para disolver los matrimonios. A algunos les parecerá  que con esa cifra demostramos lo modernos que

somos. A la mayoría,  sin embargo, esos

datos nos deberían hacer reflexionar sobre los  problemas de la sociedad en que vivimos. En el

año 2006, del que se  acaban de facilitar

los números escandalosos, se registraron en  España 126.952 divorcios. En el 2005, 64.028.

Aunque el trámite se  haya vuelto más

rápido, algo parece que funciona mal entre maridos y  mujeres.

     Será, quizás, que vivimos una vida exprés.

Sobre todo las mujeres,  que son quienes

presentan la mayoría de las peticiones para separarse  de sus parejas. Cuidar de la casa, de los

hijos y de los mayores de  la familia y

encima trabajar fuera del hogar deja poco tiempo para  ocuparse de un marido que, en tantos casos, se

entretiene en el bar  hasta que los niños

están bañados y en la cama. Los horarios  laborables interminables y poco acordes con

los de guarderías y  colegios tampoco les

ayudan. Cuando se hartan, nos dicen los  expertos,

deciden separarse porque no pueden más. Los hombres, en  cambio, dejan a sus esposas para irse con

otras, como todos sabemos  más jóvenes.

Así es nuestra vida.

     En el caso de los matrimonios jóvenes las

nuevas estadísticas se  demuestran

espectaculares. Los divorcios conseguidos tras menos de un  año de convivencia se incrementaron en un 330

por ciento respecto del  año anterior.

Será porque ellas y ellos se arrepienten enseguida, o  porque piensan que un marido o una mujer se devuelven

con la misma  facilidad que se lleva a la

tienda el objeto defectuoso adquirido sin  mirarlo bien. Aunque es posible que no haga

falta ni tanta  estadística ni tanto

comentario de los sociólogos para explicar lo  que ocurre en un país cuyo programa más visto

de televisión es ese  que todas las

noches nos muestra los insultos que se dedican tres  parejas de diversas edades que si aún no se

han sumado a la moda del  divorcio exprés

es por no perder su ventaja en el share.

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