Opinión

La peligrosa hermandad

El exdelantero del Real Madrid, el francés Karim Benzema, fue acusado por parte del Ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, de mantener vínculos con la organización terrorista “Hermanos Musulmanes”. El jugador escribió hace unos días un mensaje de apoyo en una red social a todos los palestinos que sufren los efectos de los bombardeos. Cualquier persona podría hacer suyas estas palabras, si bien extraña que no lo hiciese extensivo a los inocentes que sufrieron la terrorífica incursión de los terroristas sanguinarios de Hamas en Israel. Puede ser que el futbolista lo diese por obvio, es una posibilidad. O puede ser que sólo le importen unas víctimas determinadas, lo cual resulta repugnante y revelador. Benzema se ha rodeado, desde su adolescencia, de personajes cuando menos peligrosos. Buscavidas y extorsionadores vinculados con la prostitución –véase el caso Valbuena- o imanes predicadores del odio y la violencia, véase el caso Mamoune. Como tantos otros franceses hijos de la inmigración, parecen despreciar al país que les dio cobijo, un medio para vivir y prosperar; algo imposible en sus lugares de origen. 

Rechazan la cultura y los valores occidentales, optando en ocasiones –aunque no está bien claro en su caso- por las ramas musulmanas más radicales. Es el caso de los “Hermanos Musulmanes”, más próximos a Hamas que a las víctimas palestinas.

Te puede interesar