Opinión

Primero fue la “enfermedad de Lou Gehrig”

El primer y más famoso enfermo de ELA fue el jugador de béisbol estadounidense Lou Gehrig (1903-1941). Emigrante alemán, como tantos llegados a la incipiente Nueva York de comienzos del XX, Lou fue el único superviviente a epidemias y hambrunas entre los cuatro hijos de Henry -más alcohólico que chapista- y Cristina, una tenaz ama de casa.

Gracias al empeño de su madre, Gehrig estudió Arquitectura en la universidad de Columbia, donde pronto destacó con el bate. Los Yankees lo ficharon en 1923, forjando un equipo legendario. 

Gehrig logró siete títulos y formó dúos temibles con dos leyendas del deporte nacional estadoundense: Babe Ruth y Joe Dimaggio (futuro marido de Marilyn Monroe). Pero con Ruth se enemistó por motivos personales poco aclarados.

Pese a sufrir terribles dolores sin motivo aparente, Gehrig enlazó 2.130 partidos seguidos, siendo apodado ‘Caballo de Hierro’. Un día, su cuerpo dijo basta. Coger el bate era un esfuerzo sobrehumano. Tras muchos diagnósticos, los médicos concluyeron que sufrían ELA y le calcularon tres años de vida.

El 4 de julio de 1939, el club organizó su retirada en un estadio abarrotado. No estaba previsto, pero Gehrig cogió el micrófono y pronunció un breve discurso que hizo llorar a muchos. Palabras de quien siente la muerte cerca y la afronta con una serenidad encomiable.

Tal fue la fuerza del momento, que Babe Ruth fue a abrazarlo entre lágrimas, reconciliando a ambas estrellas ante un público entregado. Los Yankees retiraron en su honor el número 4. Por muchos años y por su escasa frecuencia, al ELA se le conoció como “la enfermedad de Gehrig”.

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