Opinión

Real Madrid: el proyecto Florentino se desmorona

Algunos deben pensar que el deporte es una ciencia exacta. Que basta con tener buenos jugadores para obtener un buen equipo. Que la histórica trayectoria, más bien gloriosa, de un club es suficiente para luchar por todos los títulos. Que con renovar a media plantilla cada verano los resultados llegarán de forma inmediata.


El Real Madrid se llevó una bofetada de realidad la semana pasada, tras su eliminación de la Liga de Campeones a cargo del Lyon, en el Bernabeú. Un resultado sorprendente, sin duda, porque la salida en tromba merengue en el segundo partido auguraba la remontada del 1-0 encajado durante el pésimo partido de ida.


No entraremos en cuestiones tácticas o estratégicas, labor para los técnicos y millones de 'entrenadores' que ocupan los mejores asientos del bar. La reflexión corresponde al plano administrativo del club. Como todos ustedes saben, Florentino Pérez, el presidente que abandonó al club a la deriva y precipitó una de sus peores crisis (con Ramón Calderón al mando ¡socorro!) regresó en loor de multitudes el pasado verano.


Así son las masas. La afición lo acogió como a un Mesías, perdonando sus graves errores y celebrando los millonarios refuerzos de, entre otros, Kaká y Cristiano Ronaldo. A la comprensible euforia se sumó la propia entidad y la prensa de la capital. 'Hay equipo para ganarlo todo. Incluida la final de la Champions en el Bernabeú', se dijo y escribió a diario en los medios.


Los que conocen el deporte de competición saben que, hoy en día, es casi imposible hacer un equipo campeón en una temporada. Al Real Madrid le falta la estructura de un Barcelona, la solidez de un Chelsea y la paciencia, o confianza en un entrenador, del Manchester. Tiene, además, unos medios de comunicación afines descabellados. El técnico Pellegrini pasó de inteligente director a patán táctico. Guti, de inmaduro a Dios balompédico. Kaká, de genio a cáncer en el vestuario. Higuaín, de mortal delantero a inútil en el área.


La estabilidad es fundamental en cualquier proyecto. Hoy, con un equipo aún en construcción y luchando por la liga, ya se habla con detalle del próximo y 'galáctico' equipo. El entorno, y parte del club, parece no asumir el papel del Real Madrid en el fútbol actual, donde la competencia es feroz y se impone la excelencia. El Madrid es un buen equipo, pero no el mejor. Terminar una temporada sin títulos no tendría que ser una tragedia si se siembra para un futuro ganador.


En lugar de despertar el espíritu de Juanito, debería rescatarse el de la cordura en el universo blanco. Pero eso parece hoy una misión imposible.

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