Opinión

LA VIRGEN DE REZA A NOVA EN OURENSE

El 15 de agosto se celebra en la parroquia de Santa María de Reza Nova la fiesta de la patrona 'Nuestra Señora de Reza' o de agosto. Una advocación ourensana antiquísima, dado que ya en el siglo XIII el trovador Arias Páez le dedica una de sus cantigas:




'Quer hyr Sancta Maria de Reca


e, irmanas trey migo;


que hyra Sancta Maria de Reca


hu non fui a muy gran praca'




En Reza a Nova hubo a lo largo de la historia de la parroquia dos imágenes. La primitiva hoy se conserva en la catedral. Esta apareció en el año de 1964, detrás de uno de los retablos laterales. Se trata de una talla románica hecha de madera. Una imagen sedente con corona. Una Virgen trono, muy expresiva en ojos y rostro. Llena de majestad a pesar de las mutilaciones que ha sufrido. Esto lo sabemos porque le falta el Niño.


La actual, muy 'abogosa' para los campesinos, tiene también su historia. Es de procedencia inglesa. Fue traída a Vigo y allí comprada por el arcediano de Varoncelli a un mercader judío, quien la trajera de Inglaterra cuando Eduardo VIII decretó retirar la imágenes de las iglesias.


¿Quién fue este arcediano? Fue un miembro de una familia muy conocida por aquellos años en Ourense: Don Alfonso Fonseca Ulla, hijo del tercer conde de Monterrey, quien entre otros importantes cargos eclesiásticos fue abad de la parroquia de la Santísima Trinidad, que comprendía los lugares y los cotos de San Cibrao de Viñas, Santa Mariña do Monte, Lamelas, Castadón, Cachamuiña, As Lamas y A Valenzá. Además de arcediano de Varoncelli era dignidad de la catedral, con los cotos de Reza y Ceboliño. En el templo de la Santísima Trinidad terminó la bóveda del crucero y la de la capilla mayor, donde se puede ver el escudo de los Fonseca con las cinco estrellas.


La Virgen de Reza fue siempre la intercesora ante Dios por la lluvia en los años de mucha sequía. El agua es para los labradores la sangre de la tierra, por eso no se contenta el pueblo ourensano con impetrar la lluvia solo con oraciones privadas, sino que en esas ocasiones se hacen preces solemnes como son las procesiones de rogativas. La procesión de rogativas más sonada en la ciudad y su entorno era la que se hacia hasta mediados del siglo XX con la Virgen de Reza. Para que dicha efigie pudiere salir de su sede en el templo de Reza A Nova era preciso que el Concejo en representación del pueblo pidiese al Cabildo de la Catedral que lo permitiera y que fuese llevada en procesión hasta la seo, donde por las mañanas se le hacía un novenario pidiendo la lluvia y por la tarde se le cantaba una Salve. Rematado el novenario, la imagen de la Virgen se llevaba de nuevo en una procesión que salía de la Catedral y remataba en el templo de Reza A Nova. Esta procesión hace años que no se hace, pero en la década de los setenta del siglo XX, el vicario general de la Diócesis, el sacerdote sabio y santo don Antonio Montero, le propuso al obispo organizar la antigua procesión de rogativas pidiendo a Dios la lluvia, pero su petición, no sé por qué motivo, no llegó a hacerse realidad y desde entonces la magna procesión cayó en el olvido, aunque los ourensanos siguen pidiéndole a la Virgen de Reza el agua tan necesaria en momentos de excesiva sequía.

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