Opinión

Algo huele a podrido

Algo huele a podrido en Dinamarca’, dice Shakespeare en ‘Hamlet’. ‘Algo huele a podrido en Madrid’; me refiero a la campaña que se ha iniciado para lanzar porquería hacia algunos dirigentes de la Comunidad de Madrid y que coincide con algunas extrañas cosas que están sucediendo en RTVE. Concretamente, ‘El País’ está publicando unos supuestos datos que aseguran que el vicealcalde y uno de los vicepresidentes de la Comunidad fueron espiados por miembros de una supuesta unidad de espionaje montada en las cercanías de Esperanza Aguirre en fechas inmediatamente anteriores al congreso de Valencia.


Ha pasado casi un año y resulta casual que sea ahora, pocos días antes de las elecciones del 1-M, cuando se remueva la supuesta ‘caca’. Las encuestas dicen que el PP puede volver a ganar, como lo hizo en el 2005, las elecciones gallegas, pero no conseguir gobernar por faltarle un diputado. Es posible que la intranquilidad anide en algunos despachos, ya que el número de participantes en el proceso gallego apunta a ser menor que en el anterior, en el que se impidió a Fraga seguir en el poder. Un descrédito en las filas del PP podría desanimar a muchos de sus votantes y dar munición a sus contrincantes; valgan de anticipo las virulentas declaraciones de José Blanco realizadas en las últimas horas. Es también chocante la programación en TVE de la exhibición del señor Zapatero, prevista para el lunes y anunciada machaconamente desde hace fechas, el de ‘Una pregunta para usted’.


Resulta inmoral que no se permita participar en espacio semejante antes de la campaña ni al líder del PP ni a los líderes de los partidos nacionalistas gallego y vasco. Por decencia se debía posponer el programa de Zapatero hasta después del 1-M. Se justificará como quieran, pero los españoles estamos lo suficiente mente despiertos para no ser engañados. La importancia, de ser verdad, de los supuestos actos de espionaje narrados es grande, pero el fuego cruzado entre el programa de los ‘59-S’ el miércoles noche y la publicación programada y continua realizada en el diario progresista huelen mal; no creo en coincidencias tan beneficiosas para unos y tan negativas para sus adversarios. Es posible que ‘la coincidencia’ movilice más el voto del PP, que se la juega. Por favor si lo ocurrido otro mes de marzo en fecha que llevaba el mismo guarismo repetido y que señala la fecha de la votación despertó tantas dudas, no juguemos ahora con el 1, hagamos juego limpio y aceptemos todos el juicio del pueblo. Por supuesto, ¡líbreme Dios! de culpar a ningún partido de manipular. La verdad es que los supuestos hechos ocurrieron hace casi un año y que quienes los sacan a la luz pública ahora lo hacen por algo. ¡A que sí!

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