Opinión

HAZAÑAS POLÍTICAS EN DEMOCRACIA

Oigo Patria tu aflicción y escucho el triste concierto que forman tocando a muerto la campana y el cañón, dice la 'Oda al dos de mayo', de Bernardo López García, que termina: 'Mártires de la lealtad, que del honor al arrullo fuisteis de la patria orgullo y honra de la humanidad, ¡en la tumba descansad! que el valiente pueblo ibero jura con rostro altanero que, hasta que España sucumba, ¡no pisará vuestra tumba la planta del extranjero!' Lo recordé en mis visitas a Ronda, Torrejón y Zaragoza. ¡Qué diría el autor si vivir osara!


Hoy no hay cañones, de momento, ni campanas que suenen acompañando al clamor popular. Hoy reina la corrupción. Muchos de los partidos están preñados de la misma. A diestra y siniestra; pero choca más la existente en la derecha por su asunción mayoritaria de la doctrina moral católica. La derecha actual parece ser que ha sido cogida con el 'carrito de los helados'.


No se extrañen, hay antecedentes. En plena Segunda República, en junio de 1934, el Gobierno estaba formado por una alianza de partidos de la derecha (CEDA), y varios miembros del Partido Radical. Como ahora ocurre con la llamada Ciudad del Juego, varios empresarios y políticos llegaron a un acuerdo económico para explotar un nuevo juego, una especie de ruleta, que fue bautizado por el pueblo con el nombre de 'estraperlo'. Fue instalado inicialmente en el Casino de San Sebastián. Varios personajes en la órbita del Partido Radical harían valer sus influencias para conseguir la autorización, a cambio de un porcentaje en el negocio. Según la versión de Strauss, Alejandro Lerroux (lider del Partido Radical) recibiría el 25 por ciento de los beneficios; Joan Pich i Pon, un diez por ciento; Aurelio Lerroux (sobrino de Alejandro Lerroux), Miguel Galante y el periodista Santiago Vinardell, un 5 por ciento. Además, para asegurarse la cooperación del ministro de la Gobernación, Rafael Salazar Alonso, Joan Pich i Pon se había comprometido a hacerle llegar un soborno de 100.000 pesetas de la época, casi un millón de euros.


Ahora existe una sospecha de presunta actuación inadecuada por parte de algunos miembros del PP. El viernes saltó el nombre de la ministra Mato como receptora de regalos continuados (un cohecho impropio). No olvidemos las actuaciones irregulares de miembros del PSOE, CiU y Casa Real.


¡¡¡Basta ya, está en nuestras manos!!!

Te puede interesar