Está siendo de lo más visto en la Red. Una foto del príncipe de Asturias junto a Pablo Iglesias y Miguel Blesa. La tomaron hace siete años. Se ve a don Felipe dando la mano al hoy líder de Podemos en presencia de Miguel Blesa, a la sazón presidente de Cajamadrid, la caja patrocinadora de los quince mil y pico euros de una beca destinada a la investigación cuyo beneficiario -por mérito y currículo- fue el hoy famoso profesor de la coleta. La beca, a lo que se ve, cundió. Y mucho, porque Iglesias es la cabeza de un movimiento izquierdista que proclama sin tapujos la voluntad de lucha política para acabar con la monarquía e implantar una república. La historia, como tantas otras veces, se complace en la ironía. No es la única que sugiere la situación actual y la foto.
Irónico es que también se llame Pablo Iglesias el líder del movimiento político que tras el éxito en las elecciones del 25-M, en términos de proyección virtual, haya generado la impresión de haber acabado con el sistema bipartidista. Sistema cuya mitad viene ocupando desde hace treinta años el PSOE, partido centenario fundado por el otro Pablo Iglesias. Quién les iba a decir a los protagonistas de aquella instantánea, que siete años después y por muy diferentes motivos, los tres iban a ser protagonistas de un momento particularmente intenso de la vida política española. Intenso y, como digo, cargado de ironía.
Del inspector fiscal amigo de Aznar metido a banquero, hablan y mucho las crónicas de tribunales a la espera de sustanciar su responsabilidad en el hundimiento de Cajamadrid-Bankia, entidad rescatada con dinero público europeo. Sobre el futuro de Pablo Iglesias, político todavía en agraz, pero cuya mano llama con fuerza a la puerta del sistema, está todo por escribir, pero las encuestas le prometen todo aquello que PSOE e IU no sepan conservar.
Respecto del futuro del protagonista de más altura de aquella foto de hace siete años, el príncipe Felipe de Borbón, baste con decir que todos lo acabaremos haciendo paisaje de nuestras vidas puesto que dentro de una semana, con el nombre de Felipe VI y el título de rey de España, se sentará en el Trono de Recaredo. Como siempre, lo viejo y lo nuevo disputando el sitial de la Historia. En los últimos tiempos, pocas fotos han dado tanto pie para un buen pie de foto.
