Opinión

Sánchez no quiere que le piten

El PSOE informa que Pedro Sánchez le ha pedido a Alberto Núñez Feijóo “respeto institucional a la Constitución (la obligación de renovar el CGPJ que lleva cinco años bloqueado), los símbolos nacionales que son de todos los españoles, a la Fiesta Nacional del 12 de octubre y contención en su intento desesperado de agitar la calle”.

El culto a la personalidad del líder asoma la oreja tras tan curioso -y preventivo- mensaje que, traducido, viene a decir que Sánchez está pensando -y temiendo- la pitada y los abucheos con losa que presumiblemente será recibido el próximo jueves, en ocasión del desfile del 12 de Octubre. Teme que se reproduzca una escena que se viene produciendo año tras año. Parece que les cuesta entender que la democracia es un régimen de opinión pública y los ciudadanos tienen derecho a manifestar sus opiniones siempre y cuando se realicen de manera pacífica.

A Pedro Sánchez le pitaron cuando en el ambiente estaba la concesión de los indultos a los procesados catalanes por el golpe del “procés”, la supresión del delito de sedición y la rebaja de las penas por malversación. ¿Qué esperaba Sánchez ? ¿Que ahora le aplaudan por amnistiar a Puigdemont? Vive en una burbuja y quienes le rodean y no se atreven a decirle lo que no cuentan los medios afines se afanan en proteger su imagen sin caer en la cuenta de la delgada línea que separa el comunicado del PSOE del ridículo. ¿Alguien cree que el PP -como señalan- no respeta los símbolos nacionales? ¿O que estaría “intentado instrumentalizar de manera partidista la Fiesta Nacional del 12 de octubre”. O que convocar una manifestación contra el proyecto de amnistía que prepara el Gobierno que preside Pedro Sánchez ha sido un “intento desesperado de agitar la calle”.

Cuando en octubre del 2019 los entonces ministros socialistas Josep Borrell y José Luis Ábalos participaron junto a Miquel Iceta -hoy también ministro- en la manifestación convocada contra el “procés” por la misma Societat Civil Catalana que el domingo en Barcelona llamó a protestar contra la amnistía, ¿estaban intentado desesperadamente agitar la calle? Patético sería la palabra para resumir tanta servidumbre, tan obsceno culto a la personalidad de un líder que tanta debilidad pone al descubierto.

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