Opinión

Cualquier cosa puede ocurrir este miércoles

La elegancia no suele ser la pauta habitual de comportamiento en la arena política española. Si usted me permite una comparación con humor y amargura, yo le confesaría que hay cenas, incluso con amigos, en las que procuro ser el último en levantarme: quienes se han marchado antes son objeto casi siempre de esos alfilerazos al ausente, matizados en ocasiones con el prólogo de que “Fulano es una gran persona, pero...”. Así que imagínese usted cuando se queda una silla vacía, que es la que va a dejar Feijóo este miércoles -salvo improbable rectificación- en un debate televisivo que puede dar un giro a la campaña. No porque estos debates sean decisivos a la hora de orientar el voto -no creo que el de este miércoles lo vean muchos millones de personas, ya veremos-, sino porque en el ambiente se percibe que las balas vuelan bajo y los puñales están recién afilados: quien no está no puede replicar a las medias verdades o calumnias completas que se puedan dirigir contra él.

Ese es exactamente el caso de Alberto Núñez Feijóo, que ha tomado la decisión estratégica de no concurrir al espectáculo político-circense que se va a desarrollar este miércoles en TVE y al que comparecerán Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal. Los tres, quien más quien menos, quieren pescar en el caladero de votos del PP. Y lo que desde el PP se pueda contestar a las insinuaciones, maldades o revelaciones con fundamento que puedan lanzar los otros se hará ya al día siguiente y desde medios cercanos, lo que hará perder mucha eficacia en la réplica a lo que se diga en el tiempo del encuentro “a tres”, dos de los cuales son, para colmo, aliados confesos. O sea, que Abascal será el contendiente “de la derecha” y Feijóo, “in absentia”, quien presumiblemente se lleve los palos de todos.

Me cuesta imaginar qué razones han encontrado los estrategas de la campaña del PP para aconsejar esta ausencia. Confiar en las ventajas que te dan las encuestas (excepto una, claro), fiarlo todo al respaldo de medios amigos, sabiendo que del enemigo, hagas lo que hagas, no puede esperarse ni agua, decir que el medio que alberga el debate -y donde este lunes el líder de la oposición cometía un sonoro error en sus datos- es hostil, me parece una acumulación de equivocaciones. Sobre todo, porque no sabes la sorpresa que, en forma de revelación-bomba, te preparan tus adversarios, Abascal -probablemente más que los otros dos-. Ya se sabe que ni de Sánchez ni de Díaz se puede esperar merced, son dos “killers” legendarios, y también se sabe que quien más beneficiado puede salir de este “encontronazo” de “dos contra uno” será Abascal.

Asistí este martes a un nutrido desayuno con el líder de Vox y me reafirmé en mi predicción de que, cómo no, se revolverá contra los dos “socios” que tendrá enfrente; pero creo que reserva sus mejores dardos para quien, si lo que dicen las encuestas se confirma, tendrá que ser su aliado “a palos” en un futuro Gobierno, Alberto Núñez Feijóo. Y luego, las reclamaciones al maestro armero, como siempre.

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